miércoles, 23 de abril de 2008

MIEI RICORDI SU SANT JORDI

Hoy no era un día cualquiera. En esta parte del globo, las calles se han llenado de pétalos que ansiaban ser huéspedes de fosas nasales, al menos un instante. El rojo se ha impuesto por todas partes, junto al sol, que cubre este día cada año de alegría y confirma la llegada de la primavera.
Prácticamente hay en cada esquina tenderetes con libros y/o rosas. Puede que el olor a imprenta y flores bañe melancólicamente mentes de lo más dispares; dicen que ella le regala a él un libro, y él a ella una rosa. Recuerdo haber regalado alguna, pero más bien pocas. En la originalidad, la sorpresa agrada también. Puedes no regalar un libro hoy, si es que tiene que engrosar una estantería polvorienta. O puedes regalarle a ella 300 rosas en un arranque alucinativo amoroso o de locura. Te levantas con ideas cursis en la cabeza que te acompañan toda la jornada, eso sí, llenando el cupo de las que estás dispuesto a profesar al año. Es diferente a San Valentín, por si alguien lo está pensando. Ésta es una fiesta global que encuentra sentido en dos, si se tercia, mientras que aquella es una celebración íntima que se esfuma rápidamente.
Da gusto pasear por estas calles repletas de gente. Sí, es lo que he dicho. Da gusto. Recuerdo haberme sentido más protegido que nunca tal día como hoy, y eso que no suelo recordar días concretos. Recuerdo haberme deslizado entre ríos de gente con una sonrisa dibujada en el rostro. Recuerdo tres rosas en un improvisado florero en la cocina de mi casa; tres hermanos e hijos para una madre. Recuerdo no haber estado aquí hace un año y hacer mi particular ofrenda al patrón y al jodido dragón, allá en ruta por las costas sardas.
Hoy también amenazaba Cristiano Ronaldo, pero eso ya era al final del final, donde nunca se llega a nada y con el cansancio acumulado, sin que empañe este día que siempre recordaré con el mayor de los cariños,
porque hoy no era un día cualquiera.

Sonría, por favor... ¡que el sol ya llegó!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No seas indiferente.