miércoles, 30 de abril de 2008

EL MARTELL D'EN BENET, vol. 2


1.2.- TRANSCRIPCIÓN Y TRADUCCIÓN AL CASTELLANO DEL DIÁLOGO CON BENET

- {...} todos me conocen por allí, ya hace muchos años que...
- Sí, ya más de uno nos ha dicho que le conocían.
- Mira, el campo de fútbol está quí detrás... detrás de éstas... más hacia aquí y el campo de fútbol está enfrente.
...
- Entonces, qué hacemos. 5 euros, no?
- Hombre, tendría que ser un poco más esto, tú... almenos ...cojones... qué este martillo vale dinero!
Sí pero es lo que yo le decía, que, yo estoy dispuesto a dárselo, pero claro, es que el martillo no es suyo...
- Es de su empresa.
- Claro. Esto es una cosa que, según como se pongan, la empresa puede llamar y aparecer por aquí. Es una empresa de Madrid y...
- No no...
- Si le doy 5 euros yo creo que está bien, es la llamada y no habrá molestias y es el martillo por 5 euros. Si no, es posible que la semana que viene tenga aquí a la empresa de Madrid.
- Sí? Pues ya puede venir.
- Noo.
- Ya puede venir. Mira, yo también pierdo... cosas... y nadie me lo ha dado...
- Usted prefiere tener problemas con una empresa de Madrid a...
- No no no no no, problemas ni con una empresa grande ni con una pequeña... ni personalmente no os conozco a vosotros. Yo de problemas no quiero. No he tenido nunca ni quiero tampoco.
- Por eso le digo... por eso le digo, que 5 euros...
- Antes aflojo... antes aflojo y eso... porque...
- Hombre, pero usted se tiene que poner en la piel de la persona que ha perdido el objeto.
- Mira... mira. Allí éramos, éramos tre... cuatro, cuando lo encontramos... "cojones, que agujero que han hecho", y mira... aún se han dejado el martillo... y mira, cojones eso, yo lo cojo, "cojones ya se ve". Haber encontrado aquí... no no, ostia, "pues yo no lo devolvería". Todos se lo miraron, uno que sí, el otro que no... "pues yo quiero telefonear a ésta". Entonces vi por la tarde, pues eso, los papeles allí. Mire, yo telefonearé a esta señora, que si es que dice "sí, mire, ya pasaré a buscarlo"... queda allí perdido...
- Entonces, para usted, cúal es el precio justo, pues?
- Hombre, cojones, es muy poco eso... pagar justo el teléfono... hacer un café por lo menos.
- Ponga un precio, pues.
- 5 euros es un café, no? O...
- Como os parezca.
- Café...y unos quintos.
- Si me tenéis que dar tan poco... mira.
- Por 5 euros no me da el martillo?
- Hombre, es que es muy poco eso, cojones.
- Pero piénseme una cosa, un café son 2 euros y una llamada son 3 euros. Son 5 euros...
- Ah, no sé, no sé... no sé lo que vale la llamada esta, esto, esto, esto... esto de la llamada esta no sé...
- Piense en otra cosa. Tampoco estamos dando buena imagen si... para la gente de Madrid. Imagine que yo ahora no les digo nada, por 5 euros usted se quita un problema de encima y ellos tienen su martillo. No hay ningún problema. Aquí todos salen ganando. No le parece bien?
- A mi me parece que es muy poco... yo mira... los otros... si pensaba que... Sabes lo que habían hecho los otros? Lo hubiesen tenido allí...
- La cuestión es que usted no son "los otros", y usted tiene una cosa, está guardando una cosa que no es suya. A mi me parece excesivo...
- Yo lo que pienso es: qué pasaría si usted hubiese perdido algo, y le estuviesen pidiendo dinero...
- Yo he perdido cosas de los cojones y nadie me ha dicho nada... he pasado por allí alguna vez... cojones, me parece que, cojones, he perdido esto... y nadie ha dicho "ah, no sé". Sabes que quiero decir, "ah, no sé", mira, tú... yo no he tocado nada.
- Ya, pero tiene que actuar siempre...no por lo que hacen los otros, si no lo que haría usted, lo que le salga del corazón. Si usted fue el que cogió el...
- Sí sí, yo lo recogí del suelo que lo cogí yo. Y los otros... los otros tres estaban allí como ahora vosotros.
- Ya, ya... Mire, lo mejor es apelar a la buena voluntad de la gente y... no sé, a mi me parece un precio justo 5 euros. Todos nos quedamos sin problemas, yo me llevo el martillo y se lo envío a la empresa de Madrid, ellos...
- No no, yo que venga la empresa esta o... esta empresa no hará la carretera esta de los cojones por una mierda de martillo... mira, aquí lo tenéis, si por caso...
- Por un martillo?
- Mira, sabes qué quiero decir. Quiero decir, las cosas las quiero muy claras y yo no quiero ni un poco de dolor de cabeza, ni follones ni ostias tú, yo soy así tú...
- Usted...
- Las cosas las quiero... hasta ahora son más de 60 años y lo he llevado muy legal y estoy muy tranquilo y muy feliz.
- Pues por eso mismo, no le parece un poco extraño...
- Ahora, si veo que me joden...
- ... el hecho de pedir dinero por una cosa que no es suya?
- Escucha... escucha...
- ... usted que dice que ha llevado una vida recta?
- Pues sí, pues...
- ... le parece normal?
- Ahora es que tampoco quiero una cosa que no sea mía...
- Por eso mismo. Le estoy ofreciendo una salida. Una salida buena para todos.
...
- Mira, si no me quieres dar más, mira...
- Esperee, no se vaya... no se vaya. Aca... hagamos eso.
- ... ahora... allí arriba en el cielo, María Santísima donde esté, sabrá, sabrá ehem... sabrá que he cogido este martillo. Sabrá que cogí este martillo y que lo perdió esta chica y tal y cual. Lo sabrá, lo sabrá como el... que me parió a mí. Acordaros de eso. Tened.
- 5 euros. Le parece bien?
- Me parece muy... muy poco eso.
- No le pienso dar 10 euros por un martillo que no es suyo.
- Bueno pues ten, mira, coge el martillo, venga. Pero esto ni el teléfono me pagas, mira.
- Cómo que no?
- Bueno...
- Pero tiene que pensar en el favor que le hace a esta chica, que no tiene ninguna culpa que le haya dejado... siempre tiene que pensar que está haciendo un bien para otra persona.
- Bueno, mirad, dejémoslo así.
- Muy bien.
- Si tiene que pasar otra empresa por allí, que no se enteren...
- Muy agradecido eh!
- Bueno.
- Que tenga un buen día!
- Adéu siau.
- Adéu.


P. S. : Benet en negro, Ace en cursiva y yo en estándar.

martes, 29 de abril de 2008

EL MARTELL D'EN BENET, vol. 1

1. 1.- LA INCREÍBLE HISTORIA DE UN CHANTAJE "A LA CATALANA"
Todo empezó la semana pasada;
mi amiga (y ex compañera de piso en Cagliari) Inés vino por nuestra comarca (Bages) a hacer unos trabajos geo... mórficos... lógicos o geoestratégicos, no sé muy bien (algo que empieza por "geo", algo en la tierra). La idea inicial incluía vernos, pero las agendas y la comodidad lo impidieron. Un par de llamadas y unas risas cercanas bastaron. Cuando creía que se había ido, me despierto a finales de semana con un mensaje suyo en el buzón de voz, pidiéndome un favor. Mientras me pregunto si le habría pasado algo, acabo por descubrir que, simplemente, se había olvidado una herramienta de trabajo por la zona, un pico. Tras las correspondientes prospecciones (nunca mejor dicho), resulta que el objeto en cuestión obra en poder de un campesino (pagès) de Artés, de nombre Benet (como el Papa). Inés dice que, por teléfono (dejó notas por todas partes del tipo "si encuentran el martillo...", y una la recogió este hombre), le parecía que le pedía un "rescate" por recuperar su martillo (o pico). Dado que ella es de Madrid y lógicamente no podía estar segura (entiende el catalán algo, pero no lo suficiente como para enfrentarse a un payés que usa un catalán muy cerrado), se muestra bastante asombrada, incluso incrédula. Todo ello bañado con risas, mientras yo siento náuseas y puto asco por comprobar que seguimos alimentando el estereotipo del catalán avaro ratón en el resto del Estado.
Me pongo en contacto con el hombre, le llamo. Uso mi disfraz de catalán cerradísimo de pueblo para empezar a orientar al sujeto, ponerme a su nivel y cotejar la situación en un primer momento. Pese a que soy de ciudad (y un gran fingidor), pica el anzuelo, hasta que decido apretarle las clavijas para ver hasta dónde podría llegar aquél hombre. Me suelta un "ay, que se está emprenyant això", algo así como "ay, que esto se está cabreando", seguido de un silencio. Me bajo del burro (descubrí que pese a que el martillo no era suyo, no pensaba soltarlo por nada) y acordamos encontrarnos el domingo al mediodía en el pueblo. Allí todos lo conocen, así que no será difícil verle.
Así pues, debería negociar. Negociar contra casi todas las cartas, el viento en contra, ya que esta gente, en su ambiente, son casi infranqueables. Muchos semi-analfabetos todavía, y con una vida entera dedicada al campo. Es muy loable, pero se hace imposible razonar en esas condiciones. Podría sacarle los colores fácilmente, pero el se mantendría en sus trece, impertérrito. Iba a ser duro. Para el viejo yo significaba la ciudad (corrupta y mala, relajada en las costumbres y muy poco solidaria), mientras que él era la pureza del campo, la naturaleza, el lugar dónde todos se ayudan y se conrea sólo lo necesario para sobrevivir (frente a las pretensiones de lujo de los ciudadanos). Como antaño.
Imagino que los agricultores han sufrido lo suyo, siempre pendientes de variables como el tiempo o la falta de agua (en estos tiempos). Todo el día fuera de casa para recibir poco fruto y menos dinero...
Fui con mi colega Ace (aka Teddy KGB) en su coche al pueblo en cuestión, Artés, el mediodía del domingo pasado. Queríamos ir y venir rápido, ya que a las 14h comenzaba la carrera de Alonso en Montmeló y no íbamos a perdernos la salida ni de coña (porque, en lo que respecta a mí, el resto de la carrera me la paso durmiendo siempre). Pretendíamos filmar la vicenda, para constatar una realidad evidente, aunque sin ánimo de criticarla y más bien como divertimento inocuo. Como supuse (tras perdernos media hora por la calles de un pueblo que no está ni a 15km de Manresa), al encontrarnos, vi claro que el hombre quería sacar tajada del asunto. Imposible hacerle ver lo ridículo que resultaba (sobretodo por un objeto que tiene un valor relativo, casi escaso y más bien sentimental), lo que, a mi juicio, nos legitimaba para plasmarlo todo en imágenes y que restase para siempre. Descubrió la cámara nada más llegar ("no em fagis una foto eh, que sóc molt lleig"), pero con un "hace tiempo que no veníamos por los pueblos y aprovechamos para grabar" (como si viniésemos de algún organismo oficial o fuéramos cineastas o qué sé yo, aderezado con un poco de cháchara barata) dejó de pensar en ello y pasó a concentrarse (más bien obcecarse) en el palo que pretendía pegarnos, siempre desde la convicción o certeza de que era lo que tenía que hacer, de que no hacía nada malo ya que del cielo le cayó ese objeto. "Alguien" lo puso en su camino y tenía que aprovecharse de ello, como evidencia el discurso final de Benet en el vídeo (ya sacando el martillo de la furgo).
Puede que hubiese estado 3 o 4 veces en este pueblo y siempre de chaval, al venir a jugar a fútbol contra el equipo local. Lo que sigue es, en ese momento, el vídeo de la negociación con Benet por el pico de Inés. Viéndolo una y otra vez, estoy seguro (a parte de reírme cada vez más) de que podría haberlo conseguido sin darle ni un centavo, que era lo lógico. Ya casi al final se ve como "persigo" al viejo casi dando por perdida la negociación, cuando en realidad él ya ha claudicado y me iba a entregar el martillo por nada. O eso es lo que parece.
También si te fijas saco algo del bolsillo. Son 2 billetes, uno de 10 y otro de 5 euros que llevaba preparados; casi en décimas de segundo decido, dado lo hablado, ofrecerle el de 5. A regañadientes lo acaba aceptando, pese a que conseguí tocarle la fibra y, repito, fijo que me lo devolvía por nada. Me costó ver la situación, pero no era para menos. Mis pesquisas iniciales acabaron pesando lo suyo (enfrentamiento verbal ante un payés cerrado, con posibilidad de brote violento propio del que no da para más).
Al final lo vi como un regalo (lo de los 5 euros), un premio a un pobre hombre viejo machacado por la vida. Para que pudiese tomarse unos cafeses y algún purito si se terciaba. En realidad le estaba comprando, además Inés quería su martillo y nos lo pasamos muy bien.
La transcripción y traducción al castellano del diálogo con Benet y el vídeo lo encontrarás en la segunda parte de este post, vol. 2 (no veas lo difícil del casi dialecto d'en Benet).
Gracias a Ace por filmar, la voz subliminal (gran detalle el de los quintos) y el reflejo en el coche.
Vayas donde vayas, es una evidencia que el mundo está lleno de tontos, pero no es menos evidente el hecho de que nadie quiera serlo, aún a riesgo de quedar en evidencia, valga la rebundancia...

sábado, 26 de abril de 2008

DEXTER Y EL LETARGO DE LA VERDAD

A SABIENDAS DEL AUTÉNTICO YO

Mientras escucho una y otra vez el crédito final (BSO de Daniel Licht), una nueva serie abre ante mí partes dormidas de mi ser. En una semana en que caí a los mareados brazos de Morfeo, mi terapia contra el mal uso de mis facultades ha sido Dexter, el descubrimiento del momento.
Ambientada en una Miami callejera y muy latina, el protagonista es un joven forense (demasiada mezcla Matt Damon & Mark Wahlberg con un poquito de Stephen Dorff i algo de Obi-Wan Kenobi) que trabaja para la policía, asesino en serie en sus ratos libres. Eso sí, sólo aniquila a la escoria que esquiva al sistema, a los malos que se libran de la cárcel.
Orientado por su padre adoptivo, un policía recto que descubre ya de niño sus ansias de matar, Dexter se toma la justicia por su mano (tema que sin duda agradará a muchos, de ahí la simpatía que origina el personaje de Michael C. Hall, y eso que es un bicho raro de la ostia) sin ningún tipo de rubor moral o ético, con gran meticulosidad y ayudándose por sus conocimientos médicos (un experto en sangre, con unos magníficos títulos de crédito iniciales).
¿Qué es auténtico y qué es fingido? La vida real es dura para Dexter, pues tiene que fingir todo el tiempo. Lo que para la mayoría de la gente es normal, a él le resulta un insoportable esfuerzo. Incapaz de sentir nada, en la serie se suceden frases y momentos memorables por doquier;
de niño, en una escena familiar playera, y ante la negativa al hecho de tener que sonreír en las fotos, su padre adoptivo Harry lo coge por banda:
- ¿Qué te pasa?
- Odio la playa, es asquerosa, quiero irme a casa.
- Pues te aguantas, de eso nada, somos una familia y esto es lo que hacen las familias.
entra música reveladora tras un breve silencio
- ¿Por qué he de fingir estar contento?
- Porqué eso hace feliz a tu madre... y porque es un modo de integrarse. (Como si no bastase lo primero). ¿Recuerdas que hablamos de eso?
- Sí...
- Es lo que hacen todos. Si te hacen fotos, tú sonríes, da igual si estás contento o no, debes hacerlo. Para integrarte. ¿De acuerdo?
Junto a la soledad asumida y la incomunicación de base (de base interior, quiero decir), son los pilares de la particular forma de ser de este tipo. Otro ejemplo, en el entierro de un policía asesinado, ya de mayor -en off-: "Es duro fingir todo el tiempo. Poner cara de que te importe la muerte de alguien. Usar gafas de sol en estas situaciones es de gran ayuda, nadie ve lo que miras ni la expresión de tus ojos, que siempre te pueden delatar".
Uno último y para no cansar, bastante expresivo también; ante el abrazo de un niño traumatizado, también en off (recurso muy utilizado que explicita pefectamente a qué se enfrenta el espectador): "si tuviera corazón se me rompería en este instante...".
En resumen, una nueva maravilla como reflejo. Algo a lo que agarrarse, que te haga sentir un poco mejor. Si se hace una serie sobre un tío así, me refiero a una serie en plan a lo grande, estadounidense, es que tampoco estamos tan mal.
Es un buen barómetro, sirve para saber a qué atenerse... y qué piensa la gente de a pie y el sistema en general. Reacciones que descubran partes que quizá no te gusten demasiado, si es que te asusta conocerte a tí mismo un poquito de vez en cuando. Aunque en el caso de los estadounidenses no sé si es muy elocuente, ya que están mega-acostumbrados a tirarse piedras sobre su tejado y salir tranquilamente por la puerta principal...
Esto...
qué miedo...
Me faltan 4 capítulos para acabar la primera temporada, y a medida que avanzo más me gusta. Ahora ha salido a la luz un oponente de su nivel, otro asesino en serie ultra-metódico, y de lleno, puesto que amenaza nuevas relaciones intrincadas con emociones de altos vuelos.
La inmunidad, la locura y la inteligencia. Y la sangre, desde luego...
en terapia, ante el malo de Ghost que será su próxima víctima
se levanta del sofá y camina por la sala
- Soy un asesino en serie, respira aliviado.
- Nunca te había visto bromear así, sí que está funcionando la terapia, ¿ves?
- No bromeo, soy un asesino en serie... La terapia me ha ayudado para recordarme lo que soy, lo que no puedo controlar.
En fin, os dejo también un anuncio de la FOX, por si alguien se quiere relamer.

miércoles, 23 de abril de 2008

MIEI RICORDI SU SANT JORDI

Hoy no era un día cualquiera. En esta parte del globo, las calles se han llenado de pétalos que ansiaban ser huéspedes de fosas nasales, al menos un instante. El rojo se ha impuesto por todas partes, junto al sol, que cubre este día cada año de alegría y confirma la llegada de la primavera.
Prácticamente hay en cada esquina tenderetes con libros y/o rosas. Puede que el olor a imprenta y flores bañe melancólicamente mentes de lo más dispares; dicen que ella le regala a él un libro, y él a ella una rosa. Recuerdo haber regalado alguna, pero más bien pocas. En la originalidad, la sorpresa agrada también. Puedes no regalar un libro hoy, si es que tiene que engrosar una estantería polvorienta. O puedes regalarle a ella 300 rosas en un arranque alucinativo amoroso o de locura. Te levantas con ideas cursis en la cabeza que te acompañan toda la jornada, eso sí, llenando el cupo de las que estás dispuesto a profesar al año. Es diferente a San Valentín, por si alguien lo está pensando. Ésta es una fiesta global que encuentra sentido en dos, si se tercia, mientras que aquella es una celebración íntima que se esfuma rápidamente.
Da gusto pasear por estas calles repletas de gente. Sí, es lo que he dicho. Da gusto. Recuerdo haberme sentido más protegido que nunca tal día como hoy, y eso que no suelo recordar días concretos. Recuerdo haberme deslizado entre ríos de gente con una sonrisa dibujada en el rostro. Recuerdo tres rosas en un improvisado florero en la cocina de mi casa; tres hermanos e hijos para una madre. Recuerdo no haber estado aquí hace un año y hacer mi particular ofrenda al patrón y al jodido dragón, allá en ruta por las costas sardas.
Hoy también amenazaba Cristiano Ronaldo, pero eso ya era al final del final, donde nunca se llega a nada y con el cansancio acumulado, sin que empañe este día que siempre recordaré con el mayor de los cariños,
porque hoy no era un día cualquiera.

Sonría, por favor... ¡que el sol ya llegó!

viernes, 18 de abril de 2008

MIENTRAS TODO FLUYA


En estos días y desde hace algunas semanas, en este país sólo se habla de un tema: el agua. Para ser más exactos, de la falta de agua. Parece ser que la situación es extrema, hasta tal punto que del término "restricciones" hemos pasado al no menos inquietante "trasvase". Inquietante para gran parte de la escena político-social española; Valencia y Murcia no han tardado en mostrar su recelo (u oposición directa según se mire) a la "mano tendida" por el Gobierno a Catalunya. Pero no quiero seguir por ahí, porque este país es así, espléndido. Como el brandy. Como Esperanza Aguirre, espléndida, que sigue divirtiéndose jugando a creerse importante, en un intento de perpetuar sus 15 minutos de gloria, mientras los cimientos de su partido -el principal de la oposición- se tambalean. Pero no quiero seguir por ahí, como decía, perdido entre las bromas macabramente autocomplacientes de los burócratas. En la calle, ya más alejados de los cómicos que nos representan, no es anormal ver a alguien torciendo la cabeza y mirando hacia el cielo.
Ha pasado a ser de tema de ascensor a tema de cafetería, trabajo o sobremesa. Está en todos lados, y todos estamos concienciados en que hay que gastar menos agua, en que hay que cerrar el grifo antes; se acabó el dejarlo abierto mientras te limpiabas los dientes. Los pantanos están bajo mínimos, y la situación es tan alarmante como lo fue el año pasado la del cambio climático. Éste, sin embargo, es ahora un tema menor; aunque podría ser una variante del que nos ocupa, no es así como nos lo venden. Y es esto precisamente lo que me cabrea. El puto alarmismo que no te deja respirar y hace que te entren arcadas al escuchar la radio por la mañana cuando te levantas, o al encender la televisión. ¿Tanto daño ha hecho el formato estadounidense de las breaking news?
Vivimos apabullados por el hecho de que una ducha de más de 5 minutos signifique malgastar agua. El cuerpo humano también necesita agua, y, según los expertos, necesitamos 2 litros de agua al día. Bebe agua, que es buena. Tienes que beber 2 litros... pero, ¿¡qué cojones?! ¿¿Es que no hay alimentos que consumimos a lo largo del día que lleven agua ni existen otras formas para hidratarse?? Agua, maldito aguador. No nos agües la fiesta...
Cuando se den todas las circunstancias (mediáticas, sociales, políticas, ecc.) y alguien apriete al botón rojo del pánico (una especie de mano invisible, o mejor negra), esto se convertirá en un circo de lo más asfixiante. Iremos todos a una y no nos saldremos de la noma general. Nadie pensará que la obligación conlleva algo de negación a dejarse arrastrar por la corriente. Y cito a Javier Marías en su columna de El País Semanal, "y en toda unanimidad hay algo de degradante", que aunque esté entre paréntesis me parece la frase más llamativa del artículo. En él, el escritor se hace eco de lo fácil que es seguir a las masas, de la seguridad que otorga esa actitud ("insultar a resguardo" es el acertado título del texto). Como acto de cobardía, y como por miedo a quedar en evidencia o en el punto de mira, como vemos. Ser diferente.
En otra esfera, el pobre Jorge Lorenzo, gran piloto de moto GP, lo intenta, pero su juventud le delata. Su verborrea es tan precoz como su asombroso talento, pero su actitud es más que loable y me cae mucho mejor que Pedrosa (otro tema candente y un tanto estúpido a la vez, debo decir), que nunca dirá una palabra fuera de tono.
Por suerte, estos días está lloviendo, aunque harían falta muchos más días así para ponernos al día o salvar los muebles, según dicen. No es nada extraño escuchar alabanzas al mal tiempo, que es más que nunca buena cara. Ahora se ensalzan los días grises (mientras yo prefiero suicidarme), la amenaza de lluvia o ese "chispeo molesto que parece que no es lluvia, pero que te va mojando". De momento no hay que lamentar descontroladas precipitaciones que destrocen cosechas -podría imaginarme a los agricultores poniendo el grito en el cielo, nunca mejor dicho- y sí una voluntad general de retraso del buen tiempo y el verano, como si todos fuésemos conscientes de lo estepario y caluroso que se presenta, empeorando así la actual situación límite.
Siempre me han dado miedo las multitudes (enardecidas), hacen que tome conciencia de mi propio ser. Me dejan al descubierto conmigo mismo y en franca deuda con el mundo por ello. Vamos, que me hace sentir mal, y que me sale solo, nada forzado. Así que podríamos ser serios por una vez (¿es que a nadie le preocupa ya el cambio climático en general?), que no por chillar todos juntos y a viva voz nos van a oír más. Ya no es tiempo de rezarle al buen Dios que lleva más de 2,000 años dormido (o borracho, según se mire y solía decirse), sino de actuar en consecuencia; ver, analizar, tomar decisiones responsablemente. A nivel individual e institucional (tenemos los mimbres y la suerte de un Gobierno casi decente del todo por primera vez en 30 años de joven democracia). Basta de alarmismos innecesarios, porque si nadie rebaja esta tensión mediática insoportable (¿cuál será el próximo objetivo del ojo público?) va a ser imposible vivir en un país en el que domines la lengua o hayas nacido, volviendo a aquello de "en la ignorancia está la felicidad" o puede que a nuevas maniobras de escapismo,
si es menester para que todo vuelva a fluir.

miércoles, 9 de abril de 2008

ACORDES Y ACUERDOS IMPLÍCITOS



SOBRE LA MÚSICA Y EL SEXO
El acto físico del amor -o en querencia temporal si es de recibo- requiere de ayudas o complementos que resultan básicos para la función que acometen los amantes. Ayudas en el caso que lo presente no sea suficiente, complementos que redondeen la puesta en escena. De entre las múltiples posibilidades y si la pasión no te ha arrojado a un "aquí te pillo, aquí te mato", existe la música como acicate unas veces y otras como componente "invisible". Acicate en el sentido de añadir, como vemos. La invisibilidad -bordeando la musical- está formada por todo aquello que está implícito en un acto tan personal como el sexo. Tú lo sabes, y tu partenaire también. Puede que algunas veces se hable de ello, pero no suele ser habitual; con un comentario seco de alguno de los contendientes se acaba dando carpetazo al asunto rápidamente. En cuanto a la música, resulta igual de puntillas que otros temas más escabrosos o jugosos. Siempre en el ajo, puede que aparezca uno que de escaquiño meta baza e incluso haga de ciertas melodías y guitarras agresivas su bandera y poder para esa tarea en cuestión...
Por aquí incorporamos a un convidado de piedra que aparece más de lo deseado: la mente. Para frenar sus acometidas -asociación no muy recomendable con el sexo- buscamos con premura un CD para relajar u orientar posturas. Tal vez un juguete, o simplemente meterse en el papel.
Si el sexo es cerebral tenemos un problema; ni que decir tiene que el acto en sí es, a varios ojos, bastante ridículo; los hombres nos pasamos la vida entera maquinando para meterla, pero cada vez que lo consigues no paras de replantearte tus objetivos iniciales. ¿Tan importante era? Tanto... ¿para esto? Es un trabajo actoral de calado. Para muchos, y en esto sigue amenazando terreno pantanoso, la masturbación rebela paraísos mucho más factibles de alcanzar, ya que, contrariamente al tantra, el objetivo final es eyacular. No creo que esto difiera en demasía al pensiero del sexo femenino, aunque nunca se sabe, Dios lo sabe...
Como decía, la música libera mala sangre y permite en multitud de ocasiones llegar a buen puerto. En más de lo aconsejable asociamos una canción determinada o un disco a un/a chico/a concreto/a. Quizá un grupo. Esto ocurre con más frecuencia en edades tempranas, pero a medida que vas acumulando "encuentros físicos" te das cuenta de que la música trasciende cualquier barrera, está por encima. Este arte supremo no merece esa condena ni ninguna otra; en última instancia siempre pertence sólo al propio ser individualizado, o sea, a tí mismo -y a los artistas creadores, desde luego-. Tú interpretas, tú sientes. Tú la vives. Si difícil -por trabajarla- resulta una relación de pareja, más todavía será tener, por ejemplo, una misma interpretación de un grupo o cantautor preferidos.
suenan unos acordes en el Bar de Joe y ella exclama súbitamente asombrada, mirándole con devoción y alegrías exacerbadas
- Cari, ¡es nuestra canción!
Puede que en los mundos de Wayne sirviera.
En otra esfera, el sexo, sexo debe ser y, como tal, a disfrutar. La música es... dejémosla en paz. Como dijo Luis Cernuda, "a la música hay que aproximarse con mayor pureza, y sólo desear en ella lo que ella puede darnos: embeleso contemplativo". Aprovechemos que existe, que hay creación en el espíritu que ha de guiarnos a las cotas más altas. Pero sin ofenderla, ya que no se puede vivir sin ella, o las paredes se pintarían de tristeza y me quedaré sin corazón para enjaular entre tus huesos.

P. S. : De entre las mil referencias presentes en el texto, quiero destacar la frase final tributo a Héroes del Silencio, que tanto me han aportado y acompañado a lo largo de estos años, a unos niveles que nunca nada ninguna otra cosa ha podido ni tan siquiera acercársele. Una vez más, justicia.
Me parece un esfuerzo demasiado arduo el hecho de no disfrutar de la música junto a otros placeres de la vida en según que momentos, un esfuerzo que no estoy dispuesto a afrontar. También abogo por una
apología relajada del right in two, pero esto ya es harina de otro costal y puede que nadie me crea ya.
No puedo escribir sobre lo que no he vivido, sobre lo que no conozco con certeza ni sobre lo que no me pasa por la cabeza, aunque soy experto maquillador y engullidor de diatribas, incluso cuando no paro de dar tumbos. Puede que un día me arranque...

Megadeth y su Trust(Cryptic Writings) aparecen por cortesía de una primera vez.
Gracias por llegar hasta aquí,
saluti.

martes, 1 de abril de 2008

EXTRAÑOS CONOCIDOS

AVISO A LOS CAMINANTES
Prepárense para girar la cabeza y hacerse el "longuis".

Hay ciertos comportamientos que, por más que resulten habituales, no dejan de sorprender. Al estar fuera de mi ciudad natal por un tiempo supongo que se magnifica todo, incluso el mismo hecho de estar fuera, ya que siempre regreso y nunca acabo de irme del todo, como los Donnelly. O puede que, simplemente, se agudicen los sentidos por una extraña pócima llena de experiencia y otros ingredientes sin catalogar.
Comunque, y si has tenido una vida plena, conoces a bastante gente en general. Si hiciste el EGB en un sitio y el instituto en otro, si jugaste en 4 equipos de fútbol diferentes o tal vez te apuntaron al conservatori de pequeño. Amigos de amigos que podrán convertirse en conocidos o no, novias perdidas. En una ciudad pequeña en que nos conocemos muchos -sin tener en cuenta la espectacular inmigración de los últimos años- es difícil andar por la calle sin saludar a alguien, incluso para alguien tan antisocial como yo.
Con el paso del tiempo y los cambios de residencia, algunos siguen ahí y otros... pues perdidos por el camino.
A los 28 años, edad en que uno ya sabe con quién contar y con quién no, quién estará en el momento del juicio final y quién no, o los que llorarán y dirán "era muy introvertido, nunca supo bien bien que hacer con su talento, una pena, era un gran chico", dar un paseo por Manresa puede resultar una experiencia muy curiosa.
Te cruzas con un tío de la época del instituto con el que compartiste varios momentos, incluída alguna borrachera; los ves de lejos ya. No volviste a tener noticias suyas desde que te fuiste a la facoltà y a vivir a la gran ciudad. Se acortan las distancias, 5 pasos largos más y te lo encontrarás de frente. Si haces ademán de saludar puede que eso implique que tengas que pararte e iniciar una charla que, aunque probablemente corta, será totalmente absurda. Tú lo sabes, y él también. Así que pasamos de largo con una ligera expresión de sorpresa dibujada en ambos rostros, justo al cruzarnos. Si le has saludado levemente con la cabeza o ha salido algún sonido gutural de lo más profundo de tu gola, prepárate para, tarde o temprano, perder 5 minutos de tu tiempo. Porque no volverás a recuperar la vida que ya se fue; apenas unas cuantas batallitas del pasado para ilustrar semejante guadaña, y una sensación de agobio brutal. Y reza para que no sientas el goteo del sudor frío deslizarse por tu frente...
En cuanto al ignore total, la mejor opción como vemos, te libera de tan siquiera tener que mirarlo en un hipotético segundo encuentro. Sale de lo más barato hacerse el "longuis", lo recomiendo, humanos amigos míos. Enterrar la vida pasada para que no moleste en la actual, aunque ésta sea una porquería. Es como eliminar de tanto en cuanto direcciones del messenger, hacer limpieza. De vez en cuando conviene hacerlo, porque es muy triste ver a la gente que una vez conociste conectada y no decirles nada -no abrirles una conversación en ventana- porque te da un palo de la hostia preguntarle como está, ya que en realidad no sabes nada de él desde hace tanto que este mínimo acto puede convertirse en un terrible esfuerzo...
Bloquea a tantos como puedas, y el que se sienta agraviado -al final descubres que es un acto mútuo no declarado por ninguno, pero tú lo sabes, y esa persona también, como hemos comprobado antes también- que entre en esta dirección y exclame: "lo sabía, era un/a falso/a, maledizione!!".
Todo se resume en una palabra: comodidad. El mundo que conocemos y que nos muestran no está hecho para sufrir grandes sobresaltos. Esta sociedad del bienestar ha olvidado conceptos básicos como "supervivencia", "honor" y me atrevería decir que hasta "amor". Este último merece un aparte, ya que su significado es todo un misterio, pero ni el que otros le dieron en el pasado hoy en día encuentra parecidos, dolorosa evidencia de mierda. La capacidad de concentración puede escasear todo lo que quiera;
el respeto a la inteligencia y la cultura como método para crecer, el hecho de que vivimos en un planeta que se muere y está lleno de personas, la soledad para escucharse a uno mismo para aplicarlo después al conjunto, un paisaje mediterráneo bañado por el agradable aroma del mirto.
Un beso sentido.
Un abrazo sincero, de oso si se precia.
Carmen Consoli.
Una caricia largamente suspirada,
páginas llenas de palabras que te transportan si consigues trascender tu propio ser.
La piel de gallina...
Si alguna vez has sentido esta sensación sabes de lo que hablo. Junto a una explosión adrenalítica no hay nada mejor.
Pones el cuerpo, la carne, al límite. Llevas al extremo tu mente;
me pregunto quien no osaría hacerlo, y quién me puede devolver un poquito de esa poción mágica.