martes, 29 de abril de 2008

EL MARTELL D'EN BENET, vol. 1

1. 1.- LA INCREÍBLE HISTORIA DE UN CHANTAJE "A LA CATALANA"
Todo empezó la semana pasada;
mi amiga (y ex compañera de piso en Cagliari) Inés vino por nuestra comarca (Bages) a hacer unos trabajos geo... mórficos... lógicos o geoestratégicos, no sé muy bien (algo que empieza por "geo", algo en la tierra). La idea inicial incluía vernos, pero las agendas y la comodidad lo impidieron. Un par de llamadas y unas risas cercanas bastaron. Cuando creía que se había ido, me despierto a finales de semana con un mensaje suyo en el buzón de voz, pidiéndome un favor. Mientras me pregunto si le habría pasado algo, acabo por descubrir que, simplemente, se había olvidado una herramienta de trabajo por la zona, un pico. Tras las correspondientes prospecciones (nunca mejor dicho), resulta que el objeto en cuestión obra en poder de un campesino (pagès) de Artés, de nombre Benet (como el Papa). Inés dice que, por teléfono (dejó notas por todas partes del tipo "si encuentran el martillo...", y una la recogió este hombre), le parecía que le pedía un "rescate" por recuperar su martillo (o pico). Dado que ella es de Madrid y lógicamente no podía estar segura (entiende el catalán algo, pero no lo suficiente como para enfrentarse a un payés que usa un catalán muy cerrado), se muestra bastante asombrada, incluso incrédula. Todo ello bañado con risas, mientras yo siento náuseas y puto asco por comprobar que seguimos alimentando el estereotipo del catalán avaro ratón en el resto del Estado.
Me pongo en contacto con el hombre, le llamo. Uso mi disfraz de catalán cerradísimo de pueblo para empezar a orientar al sujeto, ponerme a su nivel y cotejar la situación en un primer momento. Pese a que soy de ciudad (y un gran fingidor), pica el anzuelo, hasta que decido apretarle las clavijas para ver hasta dónde podría llegar aquél hombre. Me suelta un "ay, que se está emprenyant això", algo así como "ay, que esto se está cabreando", seguido de un silencio. Me bajo del burro (descubrí que pese a que el martillo no era suyo, no pensaba soltarlo por nada) y acordamos encontrarnos el domingo al mediodía en el pueblo. Allí todos lo conocen, así que no será difícil verle.
Así pues, debería negociar. Negociar contra casi todas las cartas, el viento en contra, ya que esta gente, en su ambiente, son casi infranqueables. Muchos semi-analfabetos todavía, y con una vida entera dedicada al campo. Es muy loable, pero se hace imposible razonar en esas condiciones. Podría sacarle los colores fácilmente, pero el se mantendría en sus trece, impertérrito. Iba a ser duro. Para el viejo yo significaba la ciudad (corrupta y mala, relajada en las costumbres y muy poco solidaria), mientras que él era la pureza del campo, la naturaleza, el lugar dónde todos se ayudan y se conrea sólo lo necesario para sobrevivir (frente a las pretensiones de lujo de los ciudadanos). Como antaño.
Imagino que los agricultores han sufrido lo suyo, siempre pendientes de variables como el tiempo o la falta de agua (en estos tiempos). Todo el día fuera de casa para recibir poco fruto y menos dinero...
Fui con mi colega Ace (aka Teddy KGB) en su coche al pueblo en cuestión, Artés, el mediodía del domingo pasado. Queríamos ir y venir rápido, ya que a las 14h comenzaba la carrera de Alonso en Montmeló y no íbamos a perdernos la salida ni de coña (porque, en lo que respecta a mí, el resto de la carrera me la paso durmiendo siempre). Pretendíamos filmar la vicenda, para constatar una realidad evidente, aunque sin ánimo de criticarla y más bien como divertimento inocuo. Como supuse (tras perdernos media hora por la calles de un pueblo que no está ni a 15km de Manresa), al encontrarnos, vi claro que el hombre quería sacar tajada del asunto. Imposible hacerle ver lo ridículo que resultaba (sobretodo por un objeto que tiene un valor relativo, casi escaso y más bien sentimental), lo que, a mi juicio, nos legitimaba para plasmarlo todo en imágenes y que restase para siempre. Descubrió la cámara nada más llegar ("no em fagis una foto eh, que sóc molt lleig"), pero con un "hace tiempo que no veníamos por los pueblos y aprovechamos para grabar" (como si viniésemos de algún organismo oficial o fuéramos cineastas o qué sé yo, aderezado con un poco de cháchara barata) dejó de pensar en ello y pasó a concentrarse (más bien obcecarse) en el palo que pretendía pegarnos, siempre desde la convicción o certeza de que era lo que tenía que hacer, de que no hacía nada malo ya que del cielo le cayó ese objeto. "Alguien" lo puso en su camino y tenía que aprovecharse de ello, como evidencia el discurso final de Benet en el vídeo (ya sacando el martillo de la furgo).
Puede que hubiese estado 3 o 4 veces en este pueblo y siempre de chaval, al venir a jugar a fútbol contra el equipo local. Lo que sigue es, en ese momento, el vídeo de la negociación con Benet por el pico de Inés. Viéndolo una y otra vez, estoy seguro (a parte de reírme cada vez más) de que podría haberlo conseguido sin darle ni un centavo, que era lo lógico. Ya casi al final se ve como "persigo" al viejo casi dando por perdida la negociación, cuando en realidad él ya ha claudicado y me iba a entregar el martillo por nada. O eso es lo que parece.
También si te fijas saco algo del bolsillo. Son 2 billetes, uno de 10 y otro de 5 euros que llevaba preparados; casi en décimas de segundo decido, dado lo hablado, ofrecerle el de 5. A regañadientes lo acaba aceptando, pese a que conseguí tocarle la fibra y, repito, fijo que me lo devolvía por nada. Me costó ver la situación, pero no era para menos. Mis pesquisas iniciales acabaron pesando lo suyo (enfrentamiento verbal ante un payés cerrado, con posibilidad de brote violento propio del que no da para más).
Al final lo vi como un regalo (lo de los 5 euros), un premio a un pobre hombre viejo machacado por la vida. Para que pudiese tomarse unos cafeses y algún purito si se terciaba. En realidad le estaba comprando, además Inés quería su martillo y nos lo pasamos muy bien.
La transcripción y traducción al castellano del diálogo con Benet y el vídeo lo encontrarás en la segunda parte de este post, vol. 2 (no veas lo difícil del casi dialecto d'en Benet).
Gracias a Ace por filmar, la voz subliminal (gran detalle el de los quintos) y el reflejo en el coche.
Vayas donde vayas, es una evidencia que el mundo está lleno de tontos, pero no es menos evidente el hecho de que nadie quiera serlo, aún a riesgo de quedar en evidencia, valga la rebundancia...

1 comentario:

  1. Saludos,
    He llegado hasta este post de casualidad. Todavía me parto de risa de lo que pasó con el pico.
    Soy de Artés. Habeis tenido tanta mala suerte que topásteis con uno de los últimos "payeses" que quedan en la población.
    Artés se ha transformado en un pueblo industrial, ya no se ven tractores por las calles, ni tan solo cuando se "verema", y la imagen que dais del presunto chantajista es un caso muy muy puntual.
    "En Benet", es un hombre enfermo, con pocas luces y que no entiende de negociaciones ni de...¿nada?
    Conozco a la familia y os aseguro que lo dan por imposible, va a la suya con todo, además de ser muy muy "catalán".
    Pues nada, turismo por Artés un domingo al medio dia, donde, a esa hora, ni las ratas salen....adeu.

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