miércoles, 22 de junio de 2005

SON PRECIOSOS NUESTROS BESOS...


... PORQUE NADIE PUEDE VERLOS

miércoles, 8 de junio de 2005

EL SENTIMIENTO TE POSEE


Dice la frase promocional de una película que todo principio tiene un final. Que no hay nada para siempre. En ese caso en particular se trata de una trilogía, eso sí, con múltiples ramificaciones. En el asunto que voy a tratar se verá reflejado en el desencanto de estas líneas, finiquitadoras de toda la tinta y lágrimas vertidas, sin otro próposito mas que el de eludir esas posibles variantes (por ser peligrosas para la salud mental del ser humano).
Para alguien que hace de la vida una continua lucha contra el tiempo es difícil medir la distancia recorrida hasta el día de hoy, las personas con las que se ha ido relacionando. Se me antoja como un ejercicio de puro estilismo y, siendo franco, carezco de esa pluma, así como de los medios necesarios para comprender al mundo que me rodea. Mi vertiente menos aguerrida me advierte de que probablemente el problema lo tenga yo, no ellos. Que no puedo seguir vomitando palabras y frases inconexas sin espacio para respirar. Que, en mi sabiduría, soy incapaz de orientar a mi cerebro hacia cotas más altas, condena perpetua de amargo sabor.
Cada nueva decepción aumenta el dolor de estar vivo. Justo después se me aparece una pregunta: ¿preferirías estar muerto? Esta terrible dualidad hace que cada día tenga que reinventar mis mitos. Esta posibilidad, de hecho, es lo único seguro que me ha sido otorgado para no volver al lugar que jamás quise visitar. Algunos lo llaman experiencia. Yo prefiero llamarlo nomadismo.
El mundo que yo regento está sólidamente construído sobre bases de mucho dolor y sufrimiento. Antes explotábamos todos los recursos naturales y seguíamos nuestro camino. Hoy nada ha cambiado, excepto que eso mismo se ha trasladado al corazón de los seres humanos. La lucha por la supervivencia implica la batalla entre nuestros congéneres, mientras que la guerra por vivir mejor lleva al más oscuro y silencioso olvido de esos corazones que deambulan sin rumbo fijo.
Una vez creí que las cosas cambiarían, pero al final ya no hará falta ninguna profecía mesiánica de viejo o nuevo cuño más, ni otro cuaderno de quejas. Ni siquiera el recuerdo como instrumento para combatir al tiempo aniquilador -oda a la memoria redentora-, ni los momentos buenos, nada. Solamente nos quedará la posibilidad de apostar por una cosa, el sentimiento.
Que el riesgo lleve a la gloria del fracaso en este mundo perecedero y guíe a nuestros desamparados corazones.
escrito sobre las 2 de la madrugada del 7 al 8 de junio


viernes, 13 de mayo de 2005

JIMMY YOSHIMITSU MISHIMA

Es el nombre de mi gato. Bueno, de nuestro gato. Sigue siendo muy curioso todo esto, hoy quería hablar un poquito sobre él, sin más.
Después de unas tres semanas ya forma parte de nuestras vidas, es uno de los nuestros. Vivo con tres tíos más en un piso de l'Eixample barcelonés, y la llegada de el minino nos ha otorgado un plus de vida y alegría que temía perder. Hoy el tres es mi número (tres horas hablando por teléfono ayer noche de piel de gallina). Mi colega Danny le tiene un miedo atroz y le hace volar más de lo normal, y sigo pensando que alberga alguna que otra esperanza de probar qué pasa si lo pone en el microondas... pero ni yo, ni Blake ni mi brother Van Böy vamos a permitirlo.
Para nosotros ese bebé (apenas tiene tres meses) es fuente de río y caudal, el cariño y cercanía que nuestra agitada vida sentimental se niega a otorgarnos. Y todo eso aderezado con este gran buen tiempo que nos invade ya por fin. En Oslo estan a diez grados aun... (será mi próxima encíclica). Hoy no acabaré a las 12:32, ya son y 36. El fin de semana suelo estar solo con Jim, cosa que hace que en más de una ocasión haya perdido la paciencia: que si voy al lavabo y él también, me hago la cena y el tío husmeando, que se sube a la mesa cada tres segundos, que hoy he encontrado un colgante que hacía cuatro días que perdí... por no hablar de otras cosas más importantes, como la noche que pasamos anteayer en el piso buscando el origen de nuestro estado de embriaguez, el gato merodeando por la zona y todo podía ser... Pero yo lo pinto como si fuera una novia -los que me conocen saben que mis comparaciones son una guadaña-, hay algunas cosas que permites: al principio te enfadas pero sólo son rencillas de amor, al igual que sus arañazos jugando, y la sangre, cual Monty Brogan en su Última Noche.
Jimmy me hizo llorar toda una noche y ver que era lo único con vida de mi puta habitación, es el contrapunto perfecto a los delirios humanos, y yo ya le trato como tal. Y puede que llegue un día en que bebamos algo juntos en esa barra de bar que siempre está por llegar, y brindar por la advenición de un nuevo miembro en la Alacena.
A quien quiera leer y escuchar.

martes, 10 de mayo de 2005

ANOTACIONES TEMPRANAS

Esta es mi primera vez. Escribo porque siento un gran desasosiego, mi filosofía de vida es tan cargante que no puedo salir de esa puta montaña rusa.
Las mujeres, en todo ser heterosexual, te cambian la vida. De ellas depende todo. El que te diga que siente un gran vacío y no sea por una mujer es que miente o se autoengaña (no va mal hacerlo de tanto en cuanto). La vida es contradicción. Tengo veinticinco años y no veo ninguna luz. La mayoría de gente de mi edad se preocupa más por otras cosas, cosas que yo nunca tendré. Relaciones estables, compra de pisos, coches... y un Cardhu por la tarde en casa viendo el partido del domingo por cable. Yo no quiero ser así. Quiero ver mundo y la playa cada día.
Soy un tipo débil, Sonia es ahora mismo mi flor de loto. Barcelona puede ser una ciudad muy agradable si estás bien, no obstante si te sientes palidecer puede ser una auténtica guadaña. Trabajo en un centro comercial del centro de la ciudad y tengo la carrera de Historia más muerta que la muerte. No tengo futuro. Sólo quiero sentir y ser coherente con mis sentimientos... siempre que me lo permitan.
Menos mal que el disco de Iván Ferreiro ya es mío, me enteré de que iba a hacer algo con su hermano pero hasta el sábado no sabía cuando, lo encontré por casualidad. Esas canciones para el tiempo y la distancia, como estas primerizas líneas, sin un propósito claro y tan personales que hacen que uno se sienta reflejado como parte de lo que quisiera decir y sabe que también siente...
En fin, veremos que sale.