viernes, 31 de mayo de 2013

UN BUEN DÍA


Hoy ha sido un buen día.
Conseguí el nuevo de Daft Punk y me sentí bailongo mientras cambiaba a mi niño, temprano. Es un disco muy de Laura. Yo he vuelto a preguntar por el Dentro de la Luz de Standstill, pero nada. Seguía nublado y con amenaza clara de lluvia. Hay que prestar atención a las señales.
Fui a correr ocho quilómetros y casi bajé de los cuarenta y seis minutos, cosa que me hace feliz, y luego me dediqué en cuerpo y alma a limpiar el baño. Parecía que iba colocado debido a la pasión con la que me aplicaba, si bien la dormidera permanecía bajo llave en la espera crepuscular de la jornada. Raúl cumplía treinta y dos años y yo lo consideraba mi amigo.
Como no he trabajado, he seguido con lo mío -como estos días, un tanto vacíos- y mi amada ha hecho bacalao con tomate y huevo y pasas. Estaba tremendo, tremendo. Esto me recuerda a que ayer de madrugada no pude acabar de ver Silver Linings Playbook ('El Lado Bueno de las Cosas'). Bradley Cooper me gusta y no lo noté muy forzado en ese bipolar con concesiones, y hasta encontré a De Niro creíble y todo; he hallado la serie Hannibal que vi anunciada en Londres e intentaremos verla junto con The Following en espera de las mejores nuevas temporadas de nuestras series y mientras el niño se porte y según cómo.
La Patum es estos días y hay que organizarse y ser sociable. 'Excelsior', a saber cuántos matices me he perdido por obviar la versión original... pero en serio, hoy ha sido un muy buen día. He tenido buen feeling, ¡he visto a mi hijo de mayor! Y mi padre ni siquiera molestaba. El único 'pero' era la sospechosa caída de mi hermano en las oposiciones aquellas (aunque se pueda remediar).
A las 16,35 circa el pediatra nos ha dicho 'aquest nen està perfecte' y me ha tranquilizado al instante. Espero hasta ver el preciso segundo en que la enfermera le pincha la vacuna en su piernecita y su carita se retuerce de dolor y estalla en llanto sincero y amargo; me detengo un instante en que todo se para conmigo y recuerdo pensar: 'qué frágiles somos'.
Volví sólo en el coche escuchando a toda mierda Change (In The House Of Flies) de los Deftones, motivándome y cavilando, y luego me imaginé la comida de A. del fin de semana pasado. Recogí a Chloe y paseamos por 'Cal Puntas' con el miedo a que se nos cayera el cielo encima; ella, primavera que aleja -la pobre-, volvió a correr y a disfrutar como antaño, y yo me sentí genial. Miré dos segundos hacia arriba y se me ocurrió: Take Shelter!, y no vi a nadie al menos en una hora mientras hablaba con mi perra y los pucheros de mi retoño.
Ya en casa, esperé con un Martini bianco en la terraza y decidí volver a bajar con Chloe a tomarme una cerveza con mis suegros y parte de la familia. El más que fresco mestral no me había despejado y puede que notaran algo raro pero apenas importó porque, aunque no soy nada productivo y hasta pienso que soy vago, hoy ha sido un buen día y me siento realmente bien. Quería darle gracias a la vida y que me notaran resplandeciente.
Cené cuscús preguntándome porque no renovaban a Abidal y mi hijo y su madre ya dormían a las 23h. Escuché el mensaje de Zio Franco en el buzón de voz: Savier, sono Zio Franco da Cagliari, un bacione grande-grande a te... al... al tuo fenomeno di bambino e alla tua dolce metà. Ciao-ciao!, palideciendo. La película acabó hace escasos minutos y me emocioné con la escena del padre y el hijo al final y hasta la vi en dos idiomas diferentes para comprobar si surgía el mismo efecto. Me instalé en la melancolía y volví a dar gracias y a pensar en la suerte que tengo y en el amor que comparto porque leí los signos y no llueve eternamente y hoy era un jodido buen día de la hostia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No seas indiferente.