domingo, 27 de julio de 2008

LA IDIOSINCRASIA DE LA DESDICHA

[*]
OTRA HISTORIA DE LA NOCHE

Verano. Los niños están todo el día en la calle. Los viejos esperan cualquier cosa, sentados delante de sus casas, tomando el fresco.
La gente está de más buen humor. Muchos hacemos planes pensando en ir a la playa, no sea que se pase la temporada del moreno. La gente está de vacaciones u ocupada pensando en hacerlas.
Los hospitales ven reducidas las visitas considerablemente.
Todo parece jauja y alegría, pero el servicio de urgencias nocturno es otra cosa.
La noche es diferente. De noche sale Batman, el Hombre Lobo en luna llena y los psiquiátricos pendientes de brote también.
No hay tregua, aunque esa noche, en el Hospital de la Vírgen de Santa Lecina, no había ni sombra de sospecha, nada que se asemejara al habitual caos del servicio.
Las eternas y empinadas escaleras de la entrada, muy transitadas normalmente, eran la viva imagen de la desolación,
totalmente despobladas.
Algunos/as enfermeras/os, auxiliares y médicos/doctoras hablaban despreocupadamente fuera, fumando sin parar.
"Me voy a morir de asco, se me va a hacer la noche eterna", le comenta al admisionista el único camillero de la asistencia, Valentín.
mientras buscan vídeos de palizas y agresiones de policías en Youtube, matando el tiempo.
suena el teléfono de admisiones, acto seguido
- Hay una chica nueva en planta, una enfermera. Me ha llamado Inés -enfermera veterana-, y dice que
hay que hacerle una broma...
- ¿Una broma?
- Sí, asustarla o algo tío, además hoy es perfecto, no hay nada de curro.
En el diálogo entre el admisionista y el camillero se interpone el segurata, Conde, un personaje con dotes de actor y muy dado a estas lides
- ¿Qué dices?
¿A ver a ver que no he escuchado bien?
entre risas
- Chica nueva. STOP. Broma. STOP. ¿Púa?
- Vale vale... yo llamo. Yo me encargo.
llamando a la planta de la chica nueva, Lorena
- Si hola, ¿que eres Lorena? A ver, es que tengo un hombre aquí abajo que pregunta por tí. Ehem... tiene barba, pelo largo... Dice que es tu primo.
de fondo se oyen gritos y golpes en el vidrio de la garita
- Lorenaaa, baja ya, que soy Marcos. ¡Baja!
el segurata, Conde, sigue a lo suyo, mientras Valentín y el admisionista ponen las voces y se encargan de que continúe la función
- ¡Baja! ¡O subo yo a buscarte!
Lorena es gallega y apenas lleva una semana en Catalunya. Encontró trabajo en el Hospital de la Vírgen de Santa Lecina y no dudó en mudarse, ya que nada le ataba y tenía ganas de probar cosas nuevas. En toda esa semana, sus compañeras ya se habían encargado de darle la "bienvenida", asustándola convenientemente -entre las que Inés, ya mencionada anteriormente, tenía un papel predominante-;
que si hay voces, fantasmas, ruidos por la noche... cosas así. De modo que estaba "predispuesta" a un sustillo.
Lorena niega conocer al susodicho con voz tremolosa, mientras que Conde insiste y ella cuelga el teléfono.
- Ha colgado, ¡está acojonada!
- Espera, espera...
entre medio de las risas, el admisionista llama a la planta en cuestión, y avisa de que el "sospechoso" parece ser que ha subido a hospitalización hecho una furia.
Tres segundos después, Lorena llama a admisiones para que llamen a la Policía, completamante aterrorizada.
- Ya he llamado, están viniendo, ¡tranquilaaaa!
- Que no puedo, pero, ¿¿quién era?? ¿Sube de verdad? ¡Yo me voy a casa!
se corta la comunicación
A los dos minutos baja Lorena, corriendo, con su bolso.
El segurata, que parecía que había subido a planta a seguir maquinando con el resto de las enfermeras, íba en realidad a poner fin a la broma, que se les estaba escapando de las manos ya.
Mientras Valentín el camillero asiste impertérrito al espectáculo, al admisionista le corroe la culpa. Ha visto a la chica salir llorando a toda prisa, y sale detrás de ella.
- Esperaaa... ¡no te vayas! ¡Que es una broma! ¡Una broma!
Logra alcanzarla. La coge por los brazos, y busca su cara encogida, asustado también
- Tíaaa, ¡que es una puta broma, joder!
Ella se gira de golpe, dejando al descubierto una sonrisa de oreja a oreja.
- ¡¡Que es bromaaaaa!! ja ja j...
En mitad de la carcajada -incluyendo la de Conde, escondido en una esquina de la entrada-, Lorena, zafándose de los brazos del admisionista a plena risa, pierde el equilibrio en un mal gesto y cae de espaldas,
escaleras abajo.
Las mil escaleras empinadas de la entrada.
El admisionista -cuyo nombre no recuerdo- mira aterrorizado como, lentamente, Lorena va cayendo. El tiempo parece haberse detenido. Un segundo antes, al descubrir como se le había girado la broma en su contra, pensaba en lo pardillo que era. De la desesperación y la culpabilidad a la máxima incredulidad tenebrosa en un instante.
No puede ser verdad. ¿Qué macabro ser o ente superior juega así con el destino?
Lo que viene después es una sucesión de gritos, lamentos y gente corriendo escaleras abajo para socorrer a la desdichada enfermera.
- No se puede hacer nada por ella.
Al oir estas palabras de un médico, el admisionista cae al suelo como fulminado por un rayo. La misma gente que corría por Lorena lo hace ahora por éste.
El segurata y el camillero no dejaban de hacerse cruces. No entendían nada de nada,
mientras la apesadumbrez se adueñaba de sus almas.
- Dios... ¡era una jodida broma!
Al admisionista le había dado un ataque al corazón.
Había fallecido 10 minutos después que Lorena, la enfermera nueva. Ambos tenían 25 años,
y toda una vida por delante.

Era una noche tranquila. No había trabajo.
No había ningún paciente en urgencias. Las escaleras de la entrada seguían vacías, pero con un oscuro y aparatoso rastro de sangre.
Era verano. Los niños volverían al día siguiente a corretear por las calles. Los viejos, a ver la vida pasar, sentados, buscando una bocanada de aire fresco.
La gente seguiría de buen humor y algunos/as enfermeros/as, auxiliares y médicos/doctoras volverían a fumar tediosamente un cigarrillo tras otro,
haya o no trabajo,
pensando en playas a las que acudir para mantener el bronceado antes de que acabe el verano...


[*] La foto del principio es una curiosa alfombra que andaba por la red.

1 comentario:

  1. Increible y curiosa historia..como en pocos minutos todo cambia, y todo se gira; primero el que engaña pasa a ser engañado, todo son risas, y de repente todo son llantos...mil sentimientos en pocos minutos como asimilarlos??..intriga? duda? desconfianza? miedo? pánico?..risa? diversión? para finalmente acabar en un mar de lagrimas..?
    Esto me hace pensar..hasta que punto se nos puede manipular? Todos somos juguetes en manos de un niño ¿cruel? que nos maneja y nos hace ir por donde a él mas le gusta, la pregunta es: somos capaces de poder controlar y reconducir el juego de este niño? No lo se.
    Historia de ficción?? Puede, pero acaso no podria ser real, si os parais a pensar, cuantas veces en la vida algo q ocurre en un segundo, de repente lo cambia todo y nada vuelve a ser igual?? Sientes q el corazón se dispara y golpea el pecho y la garganta como queriendo salir hacia fuera..despues piensas, y parece que ha sido un sueño, pero no lo es, te dispones a vivir la nueva realidad que a alguien se le ha antojado que vivas.
    Creo q esta historia refleja la delgada linea que existe entre todas las cosas de la vida..del amor..al odio..de la risa al llanto..de la diversion a la tragedia pasando por la culpa arrepentimiento y la desolación...Realmente increible.
    Pero lo realmente maravilloso es poder pasar por todas estas fases y disfrutar y aprender de ellas, de cada una de ellas, y empaparte de todo lo que te proporcionan, pues bueno o malo siempre hay algo o alguien con quien te puedes quedar.

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