miércoles, 28 de marzo de 2007
SOLITUDINE E SOCIEVOLEZZA
Todo me afecta.
No hay manera, no encuentro el camino. Hago cosas cuando no debo, digo cosas cuando no debo. Quisiera que todo aquél que se haya sentido agraviado por mi mala sangre me dejara en paz, porque no puedo hacerlo mejor y tampoco sé despedirme. Largaos ya, que no puedo più. Necesito estar tranquilo, que vuelve todo y ya he tenido mi primera noche de ansiedad latente. Pulmones apretujados, sin aire, casi me muero, cabrones, y no me pasa nada...
Estoy fatal y enfermo.
Iros todos al carajo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
T escribo desde el carajo para enviarte al carajo. Vente, que aquí se está celebrando la fiesta de las almas en pena. Aquí está bien visto que todo te afecte. Pero a la vez, todo el mundo quiere estar en paz, así que, a lo sumo, tendrás que intercanviar alguna conversación del tipo ¿me invitas a un cigarrillo? no tío, que es el último. Y has tenido suerte, porque al carajo solo puede llegar uno con invitación...
ResponderEliminarUn saludo, macarronni!