sábado, 20 de enero de 2007
2007: EL INFIERNO PUEDE ESPERAR
APERTURA. DROGAS DURAS BLANDAS BLANCAS, HABLAS MUCHO EN UN RETRETE Y NO HAY NADA MÁS.
Repito que corro de nuevo un grave peligro: pensar que puedo volver a caer.
Me encontré con lágrimas envasando mis ojos al vacío ante la visión de nuestros nombres, ante un mito de nuestra niñez. Disfruté lo mío, y dejé la puerta abierta como un tonto unos 30 minutos. Ya no sabía como moverme ni que arreglar, y lamentaba no tener un edredón pese al colocón que preveía lavadora a letto.
En este principio cuasi soñado por bien encarado, hoy me noto como lo que me pongo paa dormirme: The Wall. ¡Es tan difícil engañar a alguien! Pensar en alguien, estar pendiente de alguien, observar sus movimientos sin levantar sospecha. ¿Hice todo esto?
Aquí hay tanta gente que se me va la cabeza hasta el punto de equivocar visiones, amigo mío, hoy hallaste el puto muro. Sigo esperando demasiado de la vida y luchando por parecer normal, por ser normal, sin siquiera saber que siento o porqué lo hago.
¿Se dieron cuenta? ¿Porqué pienso qué diablos pensará/n de mí? No quise temblar.
Tener que sentarme a estudiar con estos tapones provoca esto: la duda. Y siempre que hay duda es que no hay duda. Mis ojos inyectados en sangre me han sentenciado, temí perderla tanto o más que a ella cuando esa no era mi guerra, por no ser consecuente mi tren descarriló déjandola a ella fuera y prácticamente irrecuperable, ma sono forte como los árboles altos y agradable para ellos sin un coste excesivo y más bien sincero. Así debe ser. ¿A que vine a este lugar? Ese debe ser el camino sin putas paredes de por medio, la auténtica felicidad, pero sin pensar en ello demasiado. Puede que haya sólo una oportunidad así en esta vida, y no voy a cagarla.
Esta embriaguez no tiene fecha de caducidad y no me importa verla frenada, fue por pensarla, mea culpa pirulero guadañero notas de mierda que sólo ansía la paz y que no me pregunten.
Hasta que regresen los demonios de la noche, que será tarde y leve porqué sé cual es mi sendero, hasta que apueste por alguien a caballo ganador certero y me den de nuevo las 4 de la tarde, hasta entonces, el infierno podrá esperar un poco más, porque no pienso volver a caer,
este es mi año de relax también.
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