lunes, 17 de febrero de 2014

ALL-STAR WEEKEND (LA ENVIDIA)

Envidio a los Estados Unidos. Sí, les envidio.
Mi amigo A. está en Denver este fin de semana (vive en Utah) y le he pedido hoy que, ante la imposibilidad de hacer un Skype, me enviara unas fotos para hacerme una idea del tema y empaparme del rollo yankee en este weekend de NBA que me tocaba trabajar.
Me quedo con la del rito escocés de las masones. Todo es negocio, me dice "aquí cualquier fanatismo tiene cabida". Yo aplaudo eso, me sorprendo y recuerdo las leyendas sobre Armstrong y el otro tío con el que pisaron la luna y el ceremonial del pan y el vino a escondidas.
Aquí en el trabajo, suelto "envidio a los americanos. Mira, mira...", mientras disfrutamos de la presentación de los jugadores con los mejores raperos del país y me escribo con mi compi Keitib. Es el partido del domingo, solo defenderán en el último cuarto. Menudo show. "Esto aquí es impensable", digo, y oigo "aquí nos reiríamos". Acto seguido, con la interpretación de los himnos se abre el espacio para la mofa. Hay como unos generales o soldados o gente de uniforme creyéndoselo mucho. En los últimos años, era la segunda vez que New Orleans acogía el evento tras el Katrina. Repito "qué grandes, qué envidia", y surge una polémica que ya se venía calentando todo el finde. Había ganas de mierdas.
Enseño las fotos, un poco en plan paleto "mira, mira, estos yankees son la hostia. Tengo que ir allí". 
Soy un fascista. O he perdido mis dotes de orador, no sé. Me explico: consagrar tu vida hacia algo más grande que tu mismo, en una sociedad que aglutine eso, ese sentimiento, esa territorialidad. Ceder parte de tu yo a una estructura que no moleste pero que esté ahí, como un padre... Réplica: ¿Alrededor de una bandera o un territorio, cuando estamos yendo hacia un mundo global sin fronteras? No tiene sentido. Sigo: no es por la bandera ni por el tema patriótico, olvida eso, es por el aglutine que consiguen, por cómo una tierra tan vasta y tan dispar está unida por un ente superior, un padre que vigila que todo funcione. Réplica: ¿cómo Hitler en Alemania? ¿Que te diga lo que hay que hacer? Digo: Hitler ganó unas elecciones (dándome asco ipso facto), qué quieres decir solo digo que haya 'algo' por encima que te provoque cierto orgullo de vez en cuando. Como Jesucristo. Sigue: un tío que prometa cosas, trabajo por ejemplo, en una época de carestía (con otra palabra), fidelizar a quién seguir... eso es fascismo. Digo: ¿como aquí en el treinta y... (pensando la fecha), con la proclamación de la República y un tarao desde África invadiéndonos a las armas? Me bombardean: como un Gran Hermano, así luego cuando les llevan a la guerra y si ponen trabas les tildan de antiamericanos o de no patrióticos, y además hacen hasta campaña y todo. Es una manera de engañar a las masas, de tenerlas controladas. Digo: ¿Gran Hermano? ¿Qué me vas a contar a mi de eso? Háblame del Populismo de América Latina (ya ni me molesto en nombrar a Orwell). No lo digo en ese sentido, no hay nada que pueda justificar una guerra... que luego utilicen eso para promoverla es otra historia. Aguanto "ya no es ni por España ni nada. ¿Qué tengo yo en común con alguien de Solsona, por ejemplo? O los que votan al PP. Me los cargaría, no lo entiendo. Yo siento envidia por la Marea Blanca de Madrid, eso sí que me representaría", y yo digo: 
ese es otro tema, te estás yendo. ¿Justificarías la violencia contra los que votan al PP pero no contra los que promueven una guerra basándose en una bandera o en la inviolabilidad del territorio? (haciéndome polvo con la palabra). Sin dejar acabar, prosigue: "... puede que una pequeña élite pudiera saber que hacer con esa información y esa bandera y esa exageración pero las masas no y son más del 80% de la población..." Pienso "y tú, dónde coño te incluyes, joder". Hasta el término Democracia es utilizado a conveniencia, y vuelvo a darme mucho asco por no poder evitar entrar siempre al trapo, incluso si yo ya no soy el que era.
El All-Star acaba sin grandes sobresaltos. Filtrar la gente que nos visite ya es otro tema que tiene que ver más con la casualidad. Gana el MVP un jugón que me encanta, Kyrie Irving, savia nueva para la Liga. Los mates otro jovenzuelo número 1 del draft, John Wall. Y en el aire, cierto ambiente de frialdad y espectáculo deportivo descafeinado. Da la sensación de que el tinglado que montan alrdededor es tan grande que los deportistas apenas llegan a hormigas. El tinglado, como digo, es tan potente que apenas importa. Así son los americanos, los putos yankees. Se creen los amos del mundo.
¡Cómo les envidio!

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