lunes, 9 de septiembre de 2013

LISTAS (III): DIEZ LUGARES PARA EL RECUERDO

Una noche menos, una lista más. E iban ocho -¡semana trágica!- por fin (después del ridículo de Madrid 2020 y la gran cadena de la Via Catalana).

Esta vez me adentro en aquellos lugares mágicos que me dejaron huella -aun a sabiendas de que queda mucho por descubrir- aprovechando, de paso, los ajustes que un recorrido sentimental por los recovecos de la memoria provocan gracias a la perspectiva y el alcázar construidos.

Alegría, tristeza, miedo. Muchas veces lo asociamos a sitios concretos o a nuestro tiempo libre. Las vacaciones. ¿Quién no recuerda una playa paradisíaca? ¿Quién no las afronta con la mayor de las ilusiones? No obstante, a veces puedes toparte con algo que te impresione sobre manera de repente (cosa que tiene gran mérito), como por casualidad.

El deseo, objeto de estudio -por incomprensión y desconocimiento- tempranero en este blog, una sensación escurridiza que con los años ha tendido ha evaporarse, juega aquí un papel fundamental; junto a la capacidad de emocionar -o su probabilidad- existe el efecto de la compañía -no la solitudine- como acicate para destruir o crear una imagen distorsionada que posiblemente te acompañe el resto de tus días.

AVISO: De todos es sabido que siento cierta predilección por el país transalpino de Leonardo, así que no te sorprendas si hay espaguetis de más en el bufé. 

Por orden inverso, de menor a mayor:

10.- LA ALHAMBRA (Granada, España). Una fortaleza que parece sacada de un cuento de hadas. Preciosa, culmen del arte andalusí y del antiguo reino nazarí. Te tele transporta fácilmente. Poesía. Llegué a la ciudad por sorpresa y me fui encantado. Sus tapas y comida también nos encandilaron.

9.- PLAÇA SANT FELIP NERI DE BARCELONA (España). Un rincón de poder. Un espacio en que las paredes de piedra parecen susurrarte al oído. Bombas insurrectas, en nuestra guerra civil, dejaron marcada la iglesia para siempre, y con ella sus muertos y una sensación de extraño sosiego flotando en el aire (por no hablar de que fue un cementerio en época medieval). Visita obligada cada vez que bajo a la city. Refugio.

8.- LA CIUDAD AMURALLADA DE DUBROVNIK (Croacia). De moda otra vez gracias a Game of Thrones, mi recuerdo de la antigua Ragusa gira más en cómo la descubrí volviendo de Zadar y Split en coche: tuve que apearme del mismo súbitamente, anonadado ante tanta belleza; aquella maravilla medieval, la perla del Adriático, hizo que me planteara agenciarme una cota de mallas y todo. Emocionante.

7.- BASTIONE DE SAINT-REMY Y CAGLIARI (Cerdeña, Italia). El bastión en sí, reminiscencia tardía del dominio francés, no es gran cosa. Su ubicación privilegiada, en lo alto de mi ciudad de adopción en 2006-2007, le otorga un cariz de dominio y bienestar propio de las azoteas de los grandes edificios. Cagliari significa paseos y su barrio de Marina y el Zio Franco y el Castello e il Poetto también. Melancolía.

6.- BURG ELTZ. Flanqueado por el río Elzbach, afluente del Mosel, este castillo cercano a Koblenz (Renania-Palatinado, Alemania) fue como una revelación para mi. Frío, niebla y varias referencias mentales desde Sleepy Hollow a Gladiator. Fantasmagórico (ver vídeo de la nada surge el burg), gótico.

5.- SCALA DEI TURCHI. Otro descubrimiento que cambió nuestro humor al otearlo. Está en Realmonte, al sur de Agrigento (Sicilia, Italia). Su pared de tiza blanca le da un toque exótico a este enclave maravilloso, único. Playa especial, espacio de paz y desembarcos ensoñados.

4.- PIAZZA DELL'ANFITEATRO DE LUCCA Y LA TOSCANA (Italia). Otro lugar con una magia y fuerza propias. Construida sobre los restos del teatro del siglo II d.c., su forma ovalada la caracteriza y distingue sobre manera. Llegué borracho y creo que por eso magnifico la influencia que ha tenido su descubrimiento en mi. Sobre la Toscana, que tanto adoro, Firenze y su Duomo destacan, así como sus pueblos renacentistas encaramados en colinas recorridas por carreteras secundarias.

3.- PANTEÓN DE AGRIPPA Y ROMA (Italia). El edificio histórico que más me ha impresionado junto al Colosseo. La ciudad en sí es un jodido museo entero. En cuanto al Pantheon, recuerdo tomarme un refresco sentado en los bares de enfrente mirándolo fijamente. Recuerdo que pude abstraerme por completo y disfrutar de la belleza del templo en todo su esplendor, sintiéndome cercano a Augusto e interiorizando el Imperio como tuvo que ser algún día.


2.- VIGELANDSPARKEN (PARQUE DE VIGELAND, Oslo-Noruega). El parque público más bonito que he visto jamás. Rodeado por estatuas que muestran a la raza humana en todas sus vertientes, está coronado por un monolito hecho de cuerpos entrelazados que hacen pensar en dólmenes y estructuras del tipo prehistórico. Oslo es Vigeland y Munch, pleitesía eterna. Evocador.


1.- MACHU PICCHU Y LAS LÍNEAS DE NAZCA (Perú). La montaña vieja. Grandes secretos incaicos oculta. Pese a verla mil veces en fotos o la TV, el placer que se siente al adentrarse en ella es indescriptible. Y desde lo alto del Huayna ni te cuento. Número uno de este ránquing de calle. Conquistadores, Pizarro. Alucinante.
En cuanto a las líneas, simplemente espectacular. Hay algo atávico e indescifrable en ellas que me paraliza. Mi vuelo más raro (en avioneta) y peligroso. Misterio puro.

Me dejo muchos lugares y reconozco que ha sido harto difícil crear una lista tan personal y definirla aislando lugares y rincones. ¿Cómo podría olvidarme de Córcega y de Corti (Pepe Botella's house) y de Calvi? O de las islas en general. Cerdeña, mi isla, o Mallorca (Valldemossa y la súper playa de Es Trenc), mi primer refugio. Ya hablé sobre la insularidad en algún post, sobre cómo identifico ese aspecto en mi.


Soy injusto. Lisboa me encantó. Los barrios del Chiado y Alfama, con la sombra grandilocuente de Fernando Pessoa.


Poco he cruzado el charco. Sicilia merecería un aparte. Vulcano y sus humeantes volcanes y su aire decadente. El otro planeta que es el Etna... y me dejo todo lo romano (Agrigento). Palermo y su mercado de la Vuccirìa en ebullición, como Nápoles y su quartiere spagnolo. Ischia, ya citada. Pompeya... ¿conoces algún lugar más aterrador? 


Soy un enamorado del Mezzogiorno italiano. No puedo negarlo. Me arden las posaderas sólo de pensar en mi próximo viaje hacia mi amado sur.


¿Y qué me dices de pasear borracho de noche por Siena o Venecia? ¿Esconderse por los muros de Carcassonne*


Brujas, centro Europa y la Costa Brava (Cadaqués, Calella de Palafrugell y las calas del Parc Natural del Cap de Creus, mucho más cercano) y el interior (ancha es Castilla) y norte de España con Santiago y San Sebastián... Son tantos los lugares inolvidables e imperecederos que siento lástima por todo aquello que no podré visitar, así como por todos aquellos momentos vividos que jamás nadie me podrá arrebatar.


Una lista más. Ésta, la más personal. ¿Qué opinas? ¿Harías tu una con tus lugares mágicos?


* (diciembre 2007)


1 comentario:

  1. Definitivamente, debería hacer una lista con los enclaves que me ha marcado. Aunque algunos (de momento) no podamos incluir lugares como el Machu Picchu, y tengamos que hablar de sitios más de "andar por casa". Siempre he creído que los lugares tienen cierta "personalidad" y que por eso muchas veces (casi siempre sin darnos cuenta), los lugares por los que hemos pasado y la gente que alli encontramos nos convierte en lo que somos.
    Gran ejercicio de sinceradidad y de discriminación... seguro que ha sido muy difícil elegir sólo 10. Me ha gustado mucho el post :)

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