A los pies del Vesubio me encuentro enterrado, a la espera de ser encontrado por un turista despistado _cámara de fotos y botella de agua en mano.
A los pies del Vesubio he estado impresionado, terriblemente acalorado y he acabado extenuado.
Desde el Vesubio, a sus pies, me he sentido amenazado. Su cónico techo ha saltado y por los aires se ha volatilizado, mientras sus habitantes a Júpiter hemos apelado. Un sacrificio a tiempo bastará tal vez, dado todo lo que nos hemos jugado.
Desde los pies del Vesubio, la manifestación ha mutado y por palabras de Plinio nos hemos enterado; hoy que estuvimos aquí y luego en Herculano: un despiadado estremecimiento que nos ha desolado.
A los pies del Vesubio y no en otro lado, nuestro pequeño ha exclamado '¡Basta ya! Os habéis pasado', pero con tanto calor no nos hemos percatado: he estado subyugado por un soplo volcánico milenario y una civilización que me ha desnudado.
Desde los pies del Vesubio a la eternidad. Como un turista despistado, con su cámara de fotos y su botella de agua que al final ha 'olvidado'.
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