martes, 27 de diciembre de 2016

CLAUSURA XVI (DOBLETE)


Un año más, un año menos.
2016 será recordado por el nacimiento de mi segundo vástago. Nuestro proyecto vital, en marcha y a toda mecha.
Las ranuras de la mente y el declive del máximo ser querido pusieron el contrapunto amargo a la sensación de plenitud de semejante proyecto. La lucha a ese nivel, junto con la sublevación del sueño y sus incoherentes estadios, está siendo la mayor sfida (desafío) de estos tiempos.
Íbamos a ser cinco, pero la gordita se nos quedó en el camino. Son el contrapunto negativo, ambos, a un año de celebración.
Culturalmente no sé qué decir. Año de pocos sobresaltos. Como fue año olímpico y, en consonancia con los tiempos actuales de modorra tecnológica, destaco el vídeo del espadachín francés al que se le cayó el teléfono móvil en plena confrontación. Para mear y no echar gota.
Deseos: mucha salud. Todo lo demás es insignificante y puede irse al carajo. 
¡FELIZ 2017!




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