La Eurocopa de Austria y Suiza ya empieza a mostrar lo que el deporte rey puede ofrecernos estos días en que el tiempo no da tregua y los camiones y gasolineras se rebelan. Se hace un poco raro tan pronto, haciendo piruetas en el trabajo y sorteando otras obligaciones para vivirlo a tope. De todas formas, un gran torneo siempre se agradece, como si hubiera una aureola especial cada dos años. El colorido en las gradas de turno repletas, las discusiones en los cafeses y bares, algún que otro sentimiento patriótico renacido... La vuelta del fútbol en estado puro, y con él, la ilusión que inundará las casas de nuestros vecinos y amigos.
Tras unos primeros partidos flojetes de selecciones medianas más bien mediocres (las anfitrionas y alguna del este), las apariciones de Portugal, Holanda y nuestra España ofrecieron cierto espectáculo al ávido espectador.
Portugal fue la primera en mostrar sus cartas; aunque sin delantero centro desde hace años (almenos uno decente), la solidez de su técnico Scolari (buen gestor de grupos y tácticamente pesado) y de su columna vertebral la hacen muy peligrosa. Pepe y Carvalho detrás son de lo mejor de Europa, junto a Deco y el gran Cristiano (en las múltiples facetas que pueda adoptar, desde golear a chutar faltas y provocar zozobra a balón parado o simplemente apareciendo), hacen que sea una buena candidata (aunque su inexperiencia provoca dudas a la hora de pasar eliminatorias, así como la aportación de sus jóvenes valores como Quaresma o Nani).
Alemania va a fogonazos, como siempre, y aunque seguro que estará arriba no quiero hablar mucho de ellos. El fútbol teutón de cabezones me da asco, aunque reconozco que por fin parece que han reunido una selección decente que honre a los Hässler, Matthäus, Klinsmann, Möller y compañía.
Holanda destrozó a Italia, y eso me jodió bastante. Espero que Donadoni se lo tome como un toque de atención (su calcio ramplón va a tener que reaccionar, por favor, y que entren Del Piero y De Rossi), no quiero hacer sangre. Perchè il cielo è sempre più azzurro...
Respecto a los orange, su nuevo fútbol total despierta las mejores sensaciones. Con un centro del campo magnífico (Van der Vaart, Sneijder y el descubrimiento defensivo Engelaar) sin Seedorf y con Kuyt reconvertido a la derecha (qué oficio y clase tiene éste), son claros candidatos a estar arriba. Como en el caso de Portugal, su inexperiencia puede ser clave. Y puede que también los cruces marquen... Le daremos cancha a Van Nistelrooy también, desde luego.
Respecto a La Roja... qué decir de nuestro esplenderoso debú. Pegas: la sensación de fragilidad defensiva (Marchena huele y Sergio Ramos parecía nervioso). Junto a esa inexperiencia de la que también adolecen portugueses y holandeses (los grandes animadores del torneo, de momento) es nuestro gran handicap. La ausencia de bandas puras también podría ser un problema en caso de tener que abrir un partido (como se cierren los griegos en caso de necesidad o esos amenazadores cruces), aunque parece que la tendencia del fútbol actual (en general y más allá de esta Eurocopa) tiende a exterminarlas (caso Kuyt y reconversión de delanteros). Por lo demás Torres ya explotará, tranquilos. Su año increíble en el Liverpool (encumbrado a estrella mundial y mega-killer) tiene que darnos frutos. Para abrir boca, le ofreció espacios al lucimiento de David Villa, que con un triplete destacó sobremanera. El guaje llegó muy bien al sprint final de temporada con el Valencia y da la sensación de que se ha "reservado" para darlo todo en este torneo ("aprovechando" la crisis de su equipo), como tantas veces han hecho jugadores en otros países, cosa nueva por estos lares. Esto ya es significativo de por sí. Nuestro mediocampo espectacular hará el resto.
Puede que este año, y después de más de 20 años sin hacerlo (desde que tengo conciencia futbolística, lo cual es muy frustrante), pasemos de cuartos. Sólo que delante tendremos casi con total seguridad a italianos o franceses (que han empezado dormidos, como atenazados sin Zizou, parece que Scarface Ribéry no asume su rol), los dos huesos más duros de roer.
Esto es sólo el principio. Jornada 1.
Podemos!
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