Tengo unas ganas enormes de matar a alguien.
Matar a algún hijo de puta, a uno de esos cabrones que te putean cuando tú no puedes responder. Jodidas ratas.
Me quedan casi tres horas. Estoy tan cansado de esperar a que pase algo que creo que me va a estallar la puta cabeza.
Qué ganas tengo de matar a alguien. Todo me molesta. Todos me molestan. ¿Quién me alivia esta psicopatología hecha brote?
Se las saben todas. Haz que me lleven a casa, me dice el hijo de la gran puta. Que te jodan, gilipollas de mierda, pienso. Miro alevosamente y con el máximo desdén posible. Puto parias. Suelto tres o cuatro palabras clave en voz alta, para que quede bien claro. Pero la razón escapa a aquél que sólo busca trampear por sistema. Te he pillado, pedazo de mierda. Reconozco tu mascarada a kilómetros de distancia, pero tú insistes igual. No te importa lo más mínimo. Patético. ¿A eso lo llamas ‘necesidad’?
Qué ganas tengo de matar a alguien. Tú y yo funcionamos diferente. Mi mujer dice que, a veces, le entran unas ganas locas de apuntar con una pistola a alguien. A alguien que se lo merezca, naturalmente. Apuntar y disparar, debo precisar. Arrancar la vida de cuajo. Jugar a ser Dios.
Qué hijo de puta. Te las das de listo y eres un puto tirado. Joder, si por mi fuera te rajaba el cuello de oreja a oreja. Puta mierda. La gente es estúpida. Como diría Casillas, yo lo flipo. Dan ganas de agarrarte por el pescuezo y sacarte toda tu estupidez a hostias.
La incultura engendra violencia, pero la violencia cultivada es mucho peor. Siempre que la razón escape al intelecto. Lamentablemente ocurre en demasiadas ocasiones, en demasiados grupos de gente. Lo más inteligente no es quedarse parado, Mahatma. A tomar por el culo. Aquellos putos cabrones que demuestren semejante desfachatez deberán rendir cuentas. Alguien tiene que abrirles los ojos. Juez y verdugo. Jodida chusma de mierda. ¿De qué tú eres mejor que yo? No me hagas reír, caraculo, que te reviento la cabeza. Tu demostración pública no funciona para conmigo. Estás haciendo el ridículo. Mírame a la cara. ¿A que te resulta incómodo?
Estás pintao.
Ya me queda poco.
Pero me muero de ganas de matar a alguien, joder.