viernes, 27 de noviembre de 2009

CARA MANRESA: KILÓMETRO 0



En vista de que no tengo mucho que decir, acabo de decidir empezar una serie de retazos de mi historia particular en mi ciudad natal, mientras busco fotos en el iPhoto y pienso en otras sobre lugares que se han convertido en míticos por alguna razón, aquí, en Manresa. Un sano, agradable y poco pretencioso ejercicio recordatorio sobre la vida pasada, la gente que estuvo y el lugar al que quiera o no pertenezco,
a ver qué sale. Lo titulo un poco irónicamente Cara Manresa (Querida Manresa), pero aún no sé de cuántos capítulos constará, ya que predecirme es el colmo de lo impredecible y no sé cuándo volveré a escribir algo diferente que valga la pena, o sea, cuándo volverá a pasarme algo digno de destacar.

Kilómetro 0 para el bloque de pisos insalubres en el que nací y viví hasta los 18 años. Algún día debería escanear las viejas fotos que aún guardo, siempre lo pienso. La "V" blanca del cacho frontal que se ve en la foto fue un principio de graffiti que hicimos a dos manos -o sea, peleándonos, como siempre en aquellos tiempos- con mi hermano pequeño Ricardo, y es en honor a la serie ochentera de lagartos y ratones, con la malvada Diana (sonaba Dayana) como musa y Mike Donovan como referente. Ah, y Tyler, uno de los malos (visto también en Desafío Total, Michael Ironside). Si tuviera que fechar esa marca, diría que es de principios de los 90, cuando repusieron la serie creo que por segunda vez. Y ahí sigue. Como puedes ver, nos faltó ladrillo para hacerla bien...

El garaje que se intuye en el costado derecho es dónde mi padre aparcaba su Seat 131 de mierda, el coche con el que me llevaba al cole y que me daba tanta vergüenza que me vieran en él. Era -supongo que es aún- un garaje minúsculo, de difícil maniobra por tanto, y nosotros teníamos la plaza de la entrada, y mi padre tenía que arramblar penosamente el vehículo a la izquierda una y otra vez, casi tocando la entizada pared. Luego se compró otro familiar un poco más moderno, pero igual de mierdoso.

Volviendo al piso... no creo ni que llegara a los 60 metros cuadrados. Es el de arriba a la derecha, un cuarto segunda. En esa foto se ve bien el garaje. Yo compartía habitación con mi hermano pequeño, y recuerdo que jugábamos a un juego que llamábamos toma-toma, que consistía en marcarnos goles de una punta a otra de la pared de la habitación, mediante una pelota de tenis y utilizando la palma de la mano. Hoy me he pasado por la parada de autobús que nos llevaba al cole, ya que ahí si que pasamos tiempo jugando al toma-toma, y he hecho un par de fotos para comprobar lo agradable que es que se mantenga intacto todavía. Recuerdo incluso que a veces llegábamos antes a la parada para jugar más rato. De vez en cuando también jugábamos a fútbol con la misma pelota roída gris de tenis. Los piques buenos eran con los hermanos Rosich y con mi hermano mayor Quim. Yo quería ser como él, siempre le estaba imitando, pero me lleva cuatro años y siempre iba contrarreloj. Aquí la portería en la que metí más goles (que la pelotita tocara ese trozo de pared).


Por último y de entre todo lo que recuerdo, una actual animadversión, hacia las nueces, debida a un día concreto hace muchos años: estábamos en el pasillo del piso con mis hermanos, jugando, lo llenamos de nueces. Pero cuando escribo "llenamos", es que lo llenamos a tope, todo lleno de putas nueces. Mientras nos las íbamos tirando y tal, comíamos de vez en cuando, hasta que de repente me sentí mal, me dolía la barriga y acabé potando como un cerdo. Desde ese día, ni me acerco a ellas: hoy es sólo nombrar la palabra "nueces", y ya me provoca arcadas. Sé que es una lástima porque dicen que si te comes una puta nuez al día seguro que no te mueres de un ataque a la patata, pero mira, yo eso nunca lo sabré, espero que nunca necesite recurrir a esa mierda...

He puesto esa canción de El Último de la Fila porque mi hermano Quim siempre los escuchaba y siempre que suenan recuerdo aquellos tiempos. Por lo demás, aquí se queda este back to school por hoy. Siguiente capítulo próximamente, pero ya te avanzo que se titulará Cara Manresa II: ser de La Font, y tratará sobre el barrio dónde crecí, La Font dels Capellans.

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