lunes, 13 de abril de 2009
VUELTA Y VUELTA
Ha vuelto y nadie se lo ha pedido.
Ha vuelto la tortura tensional a masacrar todo aquello por lo que luché.
Ha vuelto el desastre emocional que una vez pude evitar y que en otra ocasión convivió conmigo en paz armada.
Ha vuelto la tortuga para recordarme que la patata no es regular.
He vuelto a desplomarme sin sentido, cerca del precipicio.
Ha vuelto la tesitura que antaño me governó y que ahora más me atosiga.
Ha vuelto el delirio a hacer de las suyas y a intimidar a pobres justos, que por bandoleros, putas y pecadores se vende.
Ha vuelto la temperatura a bajar en demasía y a permitir sacar a flote aquella maldita debilidad.
He vuelto a derramarme encima lágrimas agónicas, esperando la ocasión perfecta (con alguna ayudita) para volver a la cama y dormir por paciencia o eliminación,
que mañana hará cien años.
He vuelto,
pero no para quedarme.
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Siempre lamentándote...
ResponderEliminarBuena entrada! Aunque me gusta más la foto, pa'qué te voy a engañar.
ResponderEliminarHablando de todo un poco, no crees que la desgracia es siempre cíclica y que la felicidad no tanto?
¿Qué es la felicidad?
ResponderEliminarNo creo en ciclos, home del temps, pero quizá sí en etapas. O mejor, en 'experiencia'.
Para mí la felicidad es tan volátil como una bocanada de aire. Dura un segundo. Es un momento, un instante. Y sumar todos los 'momentos' posibles es uno de mis objetivos en esta vida.
Y alejar todo lo posible a los malos, como el que da origen a este post...
¡Dios, qué razón tienes, por Dios!
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