lunes, 28 de agosto de 2006

HABLAR POR HABLAR

Después de la 1 y media en la Cadena Ser. Es la primera vez que lo escuchaba pero recordaba un libro con el mismo nombre publicado por Aguilar. Sobre un chaval que llamó anteayer que por 2 cm no da la talla para entrar en la Guardia Civil o en la Policía Nacional, su gran sueño.
Pongo la radio para escuchar a Manolete y sus fichajes y me encuentro con gente de lo más variada (por ponerles adjetivo) que llama explicando sus problemas o proponiendo soluciones a los de los demás. La locutora es Paqui Ramos, que como dijo una mujer, tiene una voz muy melosa (tampoco te imaginas a esa hora cualquier otro timbre). Pienso que en su chiringuito tiene que partirse la caja y aguantarse la risa por igual. Tiene ese punto de ironía que quizá algún día no podrá controlar (si no le ha pasado ya), aunque reorienta y conduce a sus llamantes bastante bien.
Yo le dí un par de caladas a un porro de marihuana por la tarde en nuestra hora de cenar en el Luna (19.20). Me dio tal cebollón que pensaba que no llegaba a las 24h ni de coña, me vino el mismísimo Gran Yuyu que me hizo tambalear por la cuerda floja y sin poder fijar la mirada.
La primera opción al problema inicial fue comer Petit Suiss, que tiene calcio "y no sé qué", pero que ayuda a crecer. El chico que propugnaba tales pesquisas era un ferviente defensor del modelo "joven burgués" (mientras yo seguía en ese mundo atrapado pero ya en casa). La segunda llamada era Manolo, un viejáis gallego que vive en Barcelona. Que durmiera 15 días en un tablón o planchas de madera y el día antes bebiera 10 litros de agua... más rocambolesco, mi cabeza. Que se lo dijo un médico o un capitán (no quedó claro) de A Coruña. La tercera llamada era un tío de Jerez de 21 años y 1,90. Que el llevaba toda la vida jugando al baloncesto (desde los 8 años) y sus padres son bajitos (¿qué haces que no estás en Japón con la ÑBA?). Que quizá saltando al alargar los brazos con el movimiento...
En un día normal tedioso ya estaría por los suelos descojonándome mil, pero estando fuera de Matrix todo adquiere un cariz más... esperpéntico. ¡No puedes creer lo que están diciendo!
Todo eso fue en un cuarto de hora que me pareció todo un mundo (1.45-2h), hasta las noticias. El súmum en un día de lo más extraño aquí en Mallorca; "estatuas de David y Miguel Angel", al oirlo acentuó aún más mi paranoia. Me comí un par de sándwiches con paté de finas hierbas Tarradellas y un par de almendrados del Mercadona, que no sea porque estoy megadelgado según todo el mundo.
Sólo esperaba, después de todo, poder dormir. Me costó casi una hora de no mucho sufrimiento. Me acordé del viaje de vuelta a casa de 00.30 a 1h con Luis y su máquina arrolladora de alemanes borrachos y seguía deambulando por el laberinto de mi cabeza, con Pepe bromeando más que nunca (eso creí) y metiéndose más de lo normal conmigo, y los otros riéndose mil, en esa delgada línea que tanto podría hacerte tirar la toalla (estuve a punto de pirarme) como seguir luchando. Me pasó de todo, pero lo superé. Aún ahora noto que mi cabeza no acaba de encajarse, no encuentro mi mirada estrábica, y hablando por hablar me pregunto como Tamara puede vivir así...
12.11 del 25 de agosto del 2006, oteando Sardinia.
Thanks to Míkel from Donosti y su zumo de piña milagroso.

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