Ya es primavera, fíjate. Los cerezos están en su apogeo y los bichos sobrevuelan la campiña buscando flores nuevas a las que aferrarse.
Va a empezar a hacer calor, aunque es cierto que este año no ha hecho mucho frío. Me cuesta respirar con el calor mortífero del interior catalán, y me temo que este año será aún peor.
Hay otro ser vivo en casa. De momento solo llora. Espero que no piensen en jubilarme. Yo sé que me quieren pero no sé si van a poder con todo; cuando apareció el rubio ni yo misma creí que fuera a crecer tanto. Era una amenaza, ahora nos queremos un montón y de vez en cuando jugamos a perseguirnos.
Ya tengo cinco años. No estoy preoccupata. Son bonitos los cerezos. Tendré que ir con cuidado, es época de alergias y la campiña va a engalanarse, fíjate.