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miércoles, 18 de junio de 2014

MUNDIAL 2014: GRANDI SUCCESSI (BATIR AL CAMPEÓN)


Antes de irme a vivir a Italia -después del verano de 2006- hice una búsqueda musical para meterme en el papel y empezar a ejercitar el oído y, entre otros que luego fueron importantes como Negramaro, me topé con un disco de Jarabedepalo titulado Grandi Successi?, así, con el interrogante.
Pensé... ¿se están riendo de ellos? Era un Grandes Éxitos versionado pero con una duda ahí en medio que no sabía si venía del grupo (¿titulado por ellos con o sin ironía?) o de la edición italiana con o sin (mala) intención. Nunca lo comprobé y el tiempo no ayudó a mejorar la imagen de grupo-llamarada-repetitivo-muerto-sin ideas que resta en el imaginario popular, si bien acabé llegando a pensar que al bueno de Pau Donés, su líder, le importaba más bien poco todo lo que se dijera sobre él o su banda tras no poder repetir, con los años, el éxito fulgurante y atronador de La Flaca (inundando de esta manera el verano del 97 y parte de 1998).
La Roja, en cambio, no es como una llamarada. No es flor de un día. Su éxito se alarga desde 2008 y ha sido incontestable e inspirador. Su fútbol, basado en el tiki-taka o el toque, ha pasado por encima del físico con absoluta convicción, dejando en evidencia que lo estético puede superar a lo práctico y que los títulos y el prestigio no vienen garantizados por el uso de tácticas ultra defensivas ni por jugadores poco dotados técnicamente.
Los logros de la Selección Española de Fútbol han pasado a formar parte de la historia tras conseguir dos Eurocopas seguidas (2008-20012) y el Mundial de 2010. Nunca nadie había logrado semejante hazaña, convirtiendo así al equipo en leyenda viva y registro para los anales y nuestros anhelantes sueños desde la infancia más ingenua hasta el codazo de Tassotti y el consiguiente despertar, catorce años después, tras el penalti de Cesc Fábregas ante l'Azzurra y la maldición de cuartos hecha añicos.
Suena a despedida y un tanto ceremonioso pero no pretendo escurrir el bulto. No has leído una introducción tan pomposa para nada; no intentaré defender un modelo que ha funcionado claramente y que, en apariencia y según proponen algunos, podría estar tocando a su fin. En cuanto a la lista de 23, la no presencia de Callejón y Llorente, por las variantes que ofrecían, me parecían los únicos contratiempos, junto con algún puñal de banda sin Navas lesionado, ya que la carrera de Villa y Torres estaban bajo mínimos. No obstante, la plantilla es tan amplia como estupenda es la generación de futbolistas que la precede y la que la continuará (a nivel nacional con una cantera de talentos inagotable). La verdadera cuestión, lo que está en duda, es el cómo. Los jugones, que han marcado una época y nos han hecho grandes, están ahora en duda; debe ser más fácil ponerlo todo en manos de terroneros, auténticos soldados universales dispuestos a todo (libros de estilo de Mourinho y Scolari, para entendernos). La ausencia de movilidad, presión y, qué cojones, el correr, quiere sentenciar el juego combinativo que deviene de la acumulación de centrocampistas en la parcela ancha del campo, enterrando así a una de las mejores rachas de la historia y mostrando una nula y extraña capacidad de reacción ante los nuevos retos.
¿Hay falta de hambre, de ganas de conseguir más títulos y fama? ¿Puede un deportista profesional bajar el nivel debido a la falta de interés o a la costumbre? ¿Por qué los centrocampistas no corren ni pelean? ¿Es tema ciclotímico? Decíamos, sobre del Bosque, que a él no le pasaría lo mismo que al Barça (desgaste y nula capacidad de reacción en lo previsible), que sabría cómo mitigar los daños de un sistema oxidado y previsible (valga la redundancia). Que el doble pivote sería lo que el muro para el Castillo Negro: una barrera infranqueable. Que los jugadores del Madrid y del Atleti darían solidez al débil triángulo Busquets-Xavi-Iniesta. Que un Sergio Ramos en plenitud sería imposible de desbordar. Pero no.
Hablo de fútbol. Estamos en 2014 y se está disputando el Mundial de Brasil, el del despilfarro y las desigualdades, el de Neymar y el balón Brazuca. Han empezado los segundos partidos de la fase de grupos y apenas han habido sorpresas excepto la del segundo día: España cayó goleada y humillada por Holanda 1 a 5, dejando una imagen pésima y una sospecha puesta mucho más que en solfa. De ahí y del Barça de los últimos dos años vienen estas líneas mientras planea un se veía venir en el ambiente; Mourinho se cargó a Casillas psicológicamente y Xavi ya no está para grandes batallas y ya tenemos todos los ingredientes en la marmita. ¿Se acabó, pues?
Hoy, la Roja, se juega su camino ante otra roja, la rocosa chilena. Ganar dos Mundiales seguidos sería mucho más que épico y, no se me caen los anillos mientras lo escribo, así pensé que pasaría, todavía ahora lo pienso.
No es una  cuestión de falta de confianza en los jugadores. Tampoco me pregunto si, en verdad, hay que pegársela de veras para reaccionar y regenerar el equipo desde las bases. Si el seleccionador ha perdido esa chispa que le hacía ver las cosas antes de que pasaran. Ni sobre una muerte digna. Estamos hablando de crédito, el que tiene nuestro combinado. De confianza.
Sería absurdo no pensar que podemos ganar a Chile y luego a Australia y luego plantarnos en octavos de final. Ya habrá tiempo para caerse y perder ante la local Brasil o cualquier otro europeo fuerte como Alemania o Italia o la Argentina de Messi y luego levantarse de nuevo tras pasar por el riguroso túnel.
Ya habrá tiempo para hacer balance de esta gloriosa época.
Tiempo para reconocer la derrota.
Tiempo para batir al campeón.

viernes, 11 de junio de 2010

MUNDIAL 2010: VUELVE LA ILUSIÓN (DOS AÑOS DESPUÉS)

Hoy empieza la Copa del Mundo de fútbol, uno de los acontecimientos deportivos con más solera que hay. Como cada cuatro años, habrá un montón de gente pendiente de esta gran competición; millones de personas con sus anhelos y sus banderas bien izadas, dispuestos a olvidar o enterrar sus penas durante el primer mes del verano, ansiosos por celebrar las victorias de sus selecciones nacionales.
Respecto al torneo en sí, Sudáfrica será el país encargado de organizarlo. Es la primera vez que la FIFA lleva el Mundial al continente africano, que hasta hace poco parecía incapaz de albergar un evento del calibre. Aunque ya se sabe que el Tiempo, como ente civilizador-tecnológico, es muy relativo (si es que hablamos de eso). No voy a extenderme en las grandísimas diferencias sociales que hay en el país ni en lo exótico ni en el tema del
apartheid ni en nada de eso, pero si quiero detenerme un momento en un personaje concreto: Nelson Mandela, Madiba. El hombre que estuvo más de 10,000 días encarcelado, símbolo de la libertad del hombre negro primero y de la unión entre blancos y éstos después. Uno de los últimos grandes mitos vivos de nuestra Historia, un ser absolutamente extraordinario y revolucionador.
Metámonos en faena pero. Aquí a lo que le queremos dar protagonismo tiene forma esférica y ha sido criticado por gran parte de los guardametas:
Jabulani, el balón que ha Adidas ha diseñado para la Copa del Mundo. Y como va a mandar la palla, hablemos de fútbol.
Lo primero es lo primero: favoritos. Un purista diría que siempre son los mismos: Brasil, Argentina, Alemania, Italia, Inglaterra y Francia, es decir, los que casi siempre ganan el título. Rara vez hay excepciones en una competición así, aunque la campanada griega en la Eurocopa del 2004 aún resuena. Pero tampoco es cuestión de purismo, no te apures, ya sé que todavía no he nombrado a España; después de saldar nuestra deuda histórica en 2008, nos hemos incorporado al grupo de favoritos sin discusión y como una apisonadora.
La Roja es candidata a todo, y es en este Mundial, en el anno domini 2010, en que me atrevería a decir que hemos roto una última barrera: somos los únicos candidatos al título. Y me explico: no hay ninguna selección como la nuestra. Ni Brasil ni Argentina ni ninguna. Tenemos el mejor equipo, el más compensado, y ya no malvivimos de herencias catastróficas ni tenemos que rendir cuentas a la suerte. Y también por primera vez tenemos a los mejores jugadores del mundo. Es un hecho objetivo, y la opinión pública mundial (y la prensa en general) está rendida al poderío que profesa este magnífico elenco.
Por puestos: Casillas, Reina y Valdés están considerados entre los diez mejores guardametas del planeta mínimal. En la defensa, Puyol es un muro infranqueable todavía y Piqué se ha consolidado. En los laterales flaqueamos. Ramos es un comodín con unas condiciones espectaculares, pero en la derecha es difícil que explote, si bien cumple a la perfección. Nuestra delantera goza de muy buena salud: David Villa y Fernando Torres son dos
killers brutales, especimenes que hacía mucho que no teníamos en este país. Ambos gozan de un cartel impresionante a nivel mundial. En cuanto al mediocampo... un show. Probablemente gracias a la herencia de los holandeses, que llegaron al F. C. Barcelona en los años 70 del siglo pasado -Rinus Michels- para no irse nunca, y a la instauración de La Masía como modelo en ese equipo, disfrutamos hoy de lo mejorcito del panorama futbolístico en cuanto a arte; este fútbol total, basado en el toque y en la posesión de la pelota, no tiene parangón.
Luis Aragonés supo cambiar el timón a tiempo y renegar del
clementismo imperante en los últimos dos decenios, haciendo confluir ambos caminos, y su apuesta resultó ser cien por cien acertada. Y ganadora, que es algo que se nos podía achacar (un poco como al Barça): no sirve de nada tener el 80% de posesión si no creamos peligro, pero nosotros sabemos cómo ser efectivos. Cuando se juntan y asocian jugadores como Silva, Xavi, Fàbregas, Alonso, Busquets o Iniesta, puede pasar cualquier cosa. Y eso no se puede defender de ninguna manera. Pero si las cosas se complican, podemos sacar un par de puñales por los extremos y abrimos el campo con Mata y Jesús Navas. O metemos a Llorente. O al impredecible (en positivo) Pedro. En la Eurocopa adolecíamos de bandas, lo recuerdo bien, pero esta hornada de jugadores, la mayoría jóvenes y con mucho futuro, ha roto esquemas.
Todo este conglomerado, aunado y dirigido por la sosegada mano de Vicente Del Bosque, es
a priori imposible de derrotar. Además, las grandes potencias del fútbol mundial no parecen estar pasando por su mejor época: Brasil, con todos mis respetos, tiene como figuras a Robinho y sus condones, un Kaka' en caída libre y Luis Fabiano, que no es ni Ronaldo ni Romário pese a que asegure goles. Pero claro, es Brasil, y con el terronero Dunga de CT también es peligrosa y está bien armada. Argentina sólo es Messi (a ver el rendimiento del Pipa Higuaín y Tévez bajao la mano de D10S), que es mucho pero puede que no suficiente. Alemania, Francia e Italia están en horas bajas: creo que no podría nombrar a ningún germano, Ribéry ha tenido un año horrible, e Italia... sigue sobreviviendo con sus dinosaurios (imperdonable la ausencia de Giuseppe Rossi). Inglaterra, bajo la férrea mano de Capello y con Rooney como estrella, es el rival a tener más en cuenta. En cuanto a Holanda, como mínimo sabemos que jugará un fútbol atractivo, pero hay dudas sobre el estado físico de Robben y Van Persie, sus dos máximos estiletes. Seguro que por si acaso aparecerá Kuyt. Portugal sólo es Cristiano Ronaldo (aquí sí que no basta), y si tuviera que apostar por alguna sorpresa, no lo haría por ninguna africana -aunque Costa de Marfil con Drogba y Yaya Touré tenga buena pinta-, si no más bien me decantaría por la Uruguay del gran Diego Forlán (con el 10) y Luis Suárez juntos arriba. Estados Unidos también me gusta, en la Copa Confederaciones demostraron estar lo suficientemente europeizados (disciplinados tácticamente) como para competir al más alto nivel. Incluso he puesto a Donovan en uno de mis equipos-fantásticos frikis...
Así que hoy empieza el Mundial, y a las 15h habrá que empezar a poner la TV para ver el colorido de las aficiones en la grada, escuchar el sonido de las trompetas esas chungas que ya sonaron en la Copa Confederaciones que nombraba antes, y disfrutar de todo lo que supone esta apertura: para abrir boca, un Sudáfrica-México y luego un Uruguay vs Francia.

Por último y siguiendo en posesivo, destacar que jamás tuvimos una ocasión como esta, así que es hora de poner en práctica esta agradable e irrechazable teoría, como en la pasada Eurocopa (obviando a la euforia) y vencer a la suerte sin excusas, que el destino ha de llevarnos a lo más alto si no ocurre una desgracia que no pensamos lamentar, puesto que esto, al fin y al cabo, es sólo un deporte (que mueve masas e ilusiona por igual, eso sí).
Esto, caro amico, es sólo fútbol.
Puro divertimento.

miércoles, 11 de junio de 2008

EUROCOPA 2008: VUELVE LA ILUSIÓN

La Eurocopa de Austria y Suiza ya empieza a mostrar lo que el deporte rey puede ofrecernos estos días en que el tiempo no da tregua y los camiones y gasolineras se rebelan. Se hace un poco raro tan pronto, haciendo piruetas en el trabajo y sorteando otras obligaciones para vivirlo a tope. De todas formas, un gran torneo siempre se agradece, como si hubiera una aureola especial cada dos años. El colorido en las gradas de turno repletas, las discusiones en los cafeses y bares, algún que otro sentimiento patriótico renacido... La vuelta del fútbol en estado puro, y con él, la ilusión que inundará las casas de nuestros vecinos y amigos.
Tras unos primeros partidos flojetes de selecciones medianas más bien mediocres (las anfitrionas y alguna del este), las apariciones de Portugal, Holanda y nuestra España ofrecieron cierto espectáculo al ávido espectador.
Portugal fue la primera en mostrar sus cartas; aunque sin delantero centro desde hace años (almenos uno decente), la solidez de su técnico Scolari (buen gestor de grupos y tácticamente pesado) y de su columna vertebral la hacen muy peligrosa. Pepe y Carvalho detrás son de lo mejor de Europa, junto a Deco y el gran Cristiano (en las múltiples facetas que pueda adoptar, desde golear a chutar faltas y provocar zozobra a balón parado o simplemente apareciendo), hacen que sea una buena candidata (aunque su inexperiencia provoca dudas a la hora de pasar eliminatorias, así como la aportación de sus jóvenes valores como Quaresma o Nani).
Alemania va a fogonazos, como siempre, y aunque seguro que estará arriba no quiero hablar mucho de ellos. El fútbol teutón de cabezones me da asco, aunque reconozco que por fin parece que han reunido una selección decente que honre a los Hässler, Matthäus, Klinsmann, Möller y compañía.
Holanda destrozó a Italia, y eso me jodió bastante. Espero que Donadoni se lo tome como un toque de atención (su calcio ramplón va a tener que reaccionar, por favor, y que entren Del Piero y De Rossi), no quiero hacer sangre. Perchè il cielo è sempre più azzurro...
Respecto a los orange, su nuevo fútbol total despierta las mejores sensaciones. Con un centro del campo magnífico (Van der Vaart, Sneijder y el descubrimiento defensivo Engelaar) sin Seedorf y con Kuyt reconvertido a la derecha (qué oficio y clase tiene éste), son claros candidatos a estar arriba. Como en el caso de Portugal, su inexperiencia puede ser clave. Y puede que también los cruces marquen... Le daremos cancha a Van Nistelrooy también, desde luego.
Respecto a La Roja... qué decir de nuestro esplenderoso debú. Pegas: la sensación de fragilidad defensiva (Marchena huele y Sergio Ramos parecía nervioso). Junto a esa inexperiencia de la que también adolecen portugueses y holandeses (los grandes animadores del torneo, de momento) es nuestro gran handicap. La ausencia de bandas puras también podría ser un problema en caso de tener que abrir un partido (como se cierren los griegos en caso de necesidad o esos amenazadores cruces), aunque parece que la tendencia del fútbol actual (en general y más allá de esta Eurocopa) tiende a exterminarlas (caso Kuyt y reconversión de delanteros). Por lo demás Torres ya explotará, tranquilos. Su año increíble en el Liverpool (encumbrado a estrella mundial y mega-killer) tiene que darnos frutos. Para abrir boca, le ofreció espacios al lucimiento de David Villa, que con un triplete destacó sobremanera. El guaje llegó muy bien al sprint final de temporada con el Valencia y da la sensación de que se ha "reservado" para darlo todo en este torneo ("aprovechando" la crisis de su equipo), como tantas veces han hecho jugadores en otros países, cosa nueva por estos lares. Esto ya es significativo de por sí. Nuestro mediocampo espectacular hará el resto.
Puede que este año, y después de más de 20 años sin hacerlo (desde que tengo conciencia futbolística, lo cual es muy frustrante), pasemos de cuartos. Sólo que delante tendremos casi con total seguridad a italianos o franceses (que han empezado dormidos, como atenazados sin Zizou, parece que Scarface Ribéry no asume su rol), los dos huesos más duros de roer.
Esto es sólo el principio. Jornada 1.

Podemos!